A nuestras Diosas Madres de la Huasteca, poco las conocemos, de las cuales poco sabemos los Tamaulipecos y de su importancia tanto en Mesoamérica como para la cultura Huaxteca y claro haciendo referencia a la mujer y su papel en la cosmogonía religiosa de esta alta cultura que aún no hemos podido conocer cabalmente y es preciso los jóvenes y estudiantes conozcan esta parte de nuestra historia.
Hoy nuestras mujeres ya piensan diferente y es muy probable alguna ocupe el mayor puesto de Tamaulipas próximamente, la verdad es que hasta en las culturas de nómadas locales valoraban más a sus mujeres. Así en los Esteros de Altamira, hoy Estación Cuauhtémoc en Tamaulipas. Un descubrimiento de una de estas esculturas tal vez de las más importantes para Tamaulipas. El INAH lo clasifico dentro de la cultura huasteca denominándola Ix Cuinan Tlazolteotl, la trasladaron a Palacio de Gobierno en ciudad Victoria donde fue exhibida por once años en Palacio.
Desde octubre de 2017 se exhibe en un pasillo interior de la presidencia municipal de Altamira y poco sabemos de las Ix Cuinan en la Huasteca Tamaulipeca aunque conociendo mi tierra puedo comentar que estas mujeres epicúreas sensuales y voluptuosas las observe en arcilla desde etapas muy tempranas hacia Xicoténcatl, Mante, Ocampo, Llera, Gómez Farías y por supuesto Tampico, Madero y Altamira, algunas decoradas con pintura roja o negra y por supuesto siguiendo el río Guayalejo hasta Tampico y claro otras de piedra basáltica como esculturas.
Estas corresponden a la Industria Lítica, clase piedra tallada y pulida normalmente son de piedras calizas con conglomerados marinos aunque se usa el basalto y claro las podemos ver en nuestros Museos.
En la presentación de Ricardo Rincón en su libro: Presencia de Tlazolteotl Ix Cuina en la Huaxteca Prehispánica, en su presentación Rafael Tena especialista de cultura Náhuatl y de La Tira de la Peregrinación entre otras; del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM comenta en el Prólogo sobre la pregunta de Ricardo sobre las Ix Cuina Tlazolteotl; seria náhuatl el significado…? Tena le respondió, atendiendo al análisis lingüístico y al contexto cultural el nombre Ixcuina podría provenir de la raíz nominal Ix, que significa “rostro”, y de la raíz verbal cui, que significa “tomar”.
La forma ixcuini y su plural ixcuinime podría significar “la que toma (varios) rostros” añade que este significado concordaba con el señalamiento de Fray Bernardino de Sahagún, quien afirma que las ixcuiname eran cuatro diosas hermanas llamadas respectivamente Tiacapan o Teyacapan. “La que va adelante, la primogénita o la mayor”). Teico (o Téyuc, “La hermana menor o la que sigue”). Tlaco (o Tlacohehua, “La nacida en medio”). Y Xoco, (o Xocoyótl, “la más pequeña”). Ricardo comento que ixcuina parecía un nombre nahuatilizado huasteco, con el significado de “Señora del Algodón”, pero que el nombre huasteco original podría ser flechadora, posteriormente cuando escudriño Los Anales de Cuautitlán halló que los nombres que allí le dan a esta diosa son los de ixcuinan o ixcuinanme Nan que significa “Madre” para que el sentido final del nombre fuera “La (diosa) madre que toma varios rostros”. Llegan a la conclusión de que la diosa tetramorfa representa a la Luna y las cuatro fases con que se nos muestra en el firmamento nocturno.
Rincón Huarota en la página 17 comenta que: Herman Beyer (1933) y Wilfrido Du Solier (1946) lamentaban el poco conocimiento que se tenía sobre la religión de los huaxtecos prehispánicos.
Las escasas fuentes históricas que hacen alusión a estos aspectos no ofrecen datos suficientes acerca de su ideología. Por otro lado, no se han encontrado hasta la fecha manuscritos pictográficos que nos orienten, comenta más adelante.
Las fuentes ponen en relieve la veneración de un dios principal, al que denominaban Paya (Anómino) 1989:155 o Copaya o Coteem (Tapia Centeno 1985, 154, 155), dice: Era simbolizado por un cantarillo hecho de diversas plumas de colores. Al respecto es interesante hacer notar que en la opinión del Arqueólogo Lorenzo Ochoa, tal cantarillo se relaciona con la luna, ya que probablemente este objeto se representaba con una nariguera estilizada el yacametztli que portaban las deidades lunares y del pulque. Ochoa 1984 p. 140. Dice Patricia Rieff Anahualt en algunos textiles entregados como tributo, aparece el mismo tipo de recipiente: una vasija trípode “alada” decorada con la nariguera de los dioses del pulque. Esos textiles eran manufacturados en las provincias del imperio mexica situadas a lo largo de la Costa del Golfo, donde, a juzgar por el predominio de los topónimos que incluyen el nombre tochtli, eran frecuentes los sucesos relacionados con el conejo. Y de este tenemos uno en el Museo Regional de Cd, Victoria.
La adopción de una diosa huasteca de la fertilidad entre las divinidades de su propio panteón muestra claramente la ambivalencia de los mexicas respecto al pulque, la embriaguez y todo lo relacionado con uno y otra. La diosa, adornada con una nariguera, aparece en un códice prehispánico de pie junto a un cielo nocturno, en el que la luna está representada como una enorme vasija de pulque en forma de nariguera con un conejo dentro. El dibujo contiene varios mensajes simbólicos entrelazados: la diosa huasteca, llamada Tlazoltéotl, “diosa de la obscenidad” (esto es, del exceso sexual), está asociada estrechamente con la Luna; el nombre náhuatl de la nariguera es yacameztli, “nariguera lunar”, y ésta tuvo su origen entre los viriles y provocativos huastecos; la Luna se asocia con el ciclo de 28 días, tanto lunar como humano, que marca el ritmo de la fertilidad femenina; y el conejo es el ejemplo por excelencia de la procreación: una coneja procrea desde los cinco o siete meses, tras una preñez de sólo 31 días, y después pare tres o cuatro camadas de siete u ocho gazapos por año. Sahagún aborda a Tlazolteotl como una diosa de la basura, denominada por el Fraile como Diosa de las cosas carnales, otra “Venus” ya que su jurisdicción divina comprendía todos y cada uno de los aspectos relativos a la sexualidad 1982 libro I Cap. XII 36,38.
En su forma colectiva las cuatro mujeres recibían el nombre de Ixcuiname y, al igual que tlazolteotl era Tlaelcuani que se traduce como “comedora de inmundicias” la deidad provocaba las apetencias pecaminosas de la carne y tenía al mismo tiempo el don de perdonar las infracciones a la conducta sexual sancionada.
El miso autor se refiere a Thelma Sullivan (1982: 12,13) observo que Ix Cuinan no tiene raíces nahuas. Fundamento su apreciación en el hecho de que las edades pictográficas de diversos códices, los del grupo Borgia, por ejemplo, muestran a Tlazolteotl Ix Cuina con una banda de algodón y dos usos en el tocado, mismos que le confieren su carácter de diosa del hilado y del tejido. El prefijo Ix equivale a “mujer o señora” en tanto que cuinim significa, en tanto con el vocabulario huasteco de Larsen 1955, algodón. Ixcuina, entonces puede traducirse como señora del algodón. Y aún hay más pero hace falta espacio para hablar del baile del cosquilleo y de otras cosas de mitote y carnaval de eso que no se explota en Tierra huasteca Tamaulipeca porque pudiendo celebrar a las Ix Cuinan y a la muerte Ajactic de Cd. Mante o el Paya celebramos lo de otros lugares y no lo propio.
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