Ejido Jacinto Canek, Casas, Tam.- La noticia dejó a todos con el Jesús en la boca. ¡Los cocodrilos andan sueltos!
La cosa no está para menos: Las familias residentes en el ejido Jacinto Canek, vieron perdida su tranquilidad desde el momento en que un grupo de ejidatarios emprendedores aceptó la propuesta de integrar un equipo que estaría encargado de cuidar y vigilar la etapa reproductiva de cocodrilos de pantano hembras y machos de la especie crocrodylus morelesii, cuya carne resulta muy apreciada en la cocina gourmet y las pieles, por su parte, son de alta demanda y se emplean en la elaboración de cintos, botas y bolsos, entre otros accesorios de damas y caballeros.
Expuestos de manera simple estos datos, todos pensaron que el éxito estaba asegurado para la naciente empresa, para cuyo establecimiento se estimó inmejorable la orilla pantanosa de la presa «Vicente Guerrero», según refiere Homero Vargas, encargado del acuaterrario, al que preferencialmente llaman «cocodrilario».
La realidad a la que se ajusta la crianza de cocodrilos, mostró su rostro más terrible llegado el momento de alimentarles.
Los animales se transforman en autenticas bestias devoradoras, capaces de tragarse todo cuanto está a su alcance.
El presupuesto no alcanzaba para sostener el acuaternario y para colmo, los comerciantes que se presentaron con intenciones de comprar las pieles, querían pagarlas a precio igual al que cotizan los cueros de res.
La desilusión invadió a los emprendedores campesinos que ahora están considerando transformar la granja en parque recreativo, donde se adopten medidas de seguridad extraordinarias para que todas las personas puedan ingresar a conocer lo cocodrilos, previo pago de boleto de entrada, porque el dinero que se obtenga de la venta de boletos, podría destinarse a comprar todo el alimento que los animales consumen.
COCODRILO A LA VISTA
A estas alturas, son múltiples las versiones que dan cuenta de avistamientos de esta clase de reptiles, a lo largo del Río Soto la Marina. En los balnearios de Delicias y La Cascada, que son el atractivo más importante que tiene el municipio de Abasolo para ofrecer, los bañistas cada vez con mayor frecuencia, incluyen en sus personales odiseas, imprevistos desencuentros con los saurios.
También circulan informes que refieren la presencia de cocodrilos en cavernas del ejido Francisco Villa, de Soto la Marina y sobre los cuales se generaliza la creencia que pudieron haber escapado de la granja que un grupo de campesinos tiene en el ejido Jacinto Canek, ubicado en el municipio de Casas.
La teoría del escape o fuga de cocodrilos llega al punto que algunas familias del ejido La Lajilla, perteneciente al municipio de Casas, aseguran haber visto un cocodrilo en aguas de la presa bautizada con el mismo nombre que tiene la comunidad.
JUANCHO SALE DE PASEO
Al sur del estado, donde las lluvias resultaron abundantes, los cocodrilos salieron de paseo sin mostrar ningún pudor.
El avistamiento de cocodrilos resultó un espectáculo completo. En medio de la lluvia, los reptiles salieron de la Laguna del Carpintero, sin importar el trafico vehicular. Atravesaron calles y avenidas contando con la abierta complicidad de los automovilistas que detuvieron los vehículos para ceder paso a los personajes de la prehistoria.
Incluso, la Direccción de Protección Civil, reportó la presencia de un ejemplar en zona residencial de Ciudad Madero, en donde despertó el pánico de los ocupantes de la vivienda, porque intentó de manera infructuosa, adentrarse en la residencia.
Aunque se desconoce el efecto que tuvieron las lluvias sobe los cocodrilos de la Laguna del Carpintero, para nadie pasó inadvertido que la precipitación intensa de la semana anterior, logró hacer que el célebre grupo de Juanchos quebrantara una rutina remarcada por la ociosidad de los saurios y el respetuoso afecto que los tampiqueños profesan hacia un potencial carnicero al que simplemente le llaman Juancho.
Para efectos de este reportaje, es conveniente recordar que el jueves 9, del corriente mes, cayeron las primeras lluvias y continuaron sin detenerse, a lo largo de 4 días.
¿Similar al diluvio bíblico?
Sí, porque estas 96 horas de incesante lluvia, resultaron catastróficas y causaron estragos indescriptibles en estados como Veracruz , Puebla, Hidalgo y Querétaro que forzaron a que el gobierno mexicano mantenga centrado casi la totalidad del quehacer institucional en las entidades que se cita.
Los remanentes de estas lluvias se dispersaron en distintas regiones del país, lo cual incluye al estado de Tamaulipas, entre otros, donde provocaron que algunos municipios llegaran a desconectarse entre si, debido a que las crecientes arrastradas por aguas broncas de arroyos y ríos rebasaron carreteras y tornaron intransitables los caminos de terracería.
LO BUENO Y LO MEJOR DEL DILUVIO
El tráfico vehicular entre Soto la Marina y Abasolo se interrumpió a la altura del arroyo de Las Cabras y a su vez, el vado de Abasolo tornó intransitable el tramo carretero que enlaza con Jiménez.
Ahora bien, si pudiera existir regocijo compartido entre los productores de ganado de Jimenez, Abasolo y Soto la Marina porque hoy están seguros que sus vacas, cabras, borregas y caballos dispondrán de pasto por largo tiempo, a la vez que presas y abrevaderos retendrán reservas durante periodos prolongados. Un dato curioso: los campesinos dedicados a la crianza de ganado, evitan en lo posible, externar en forma abierta la felicidad que les provoca haber recibido lluvias como regalo divino, porque la prudencia dicta que debe actuarse con discreción cuando no existen intenciones de herir o lastimar.
Tampoco se trata de resaltar la tragedia que abate a los agricultores del llamado «temporal» que abrigaron un día, la quimérica ilusión de «pegar una» y alcanzar cosechas abundantes de frijol y maíz, este año en que los gobiernos municipales de Abasolo y Soto la Marina, se pusieron «guapos» y entregaron mediante los correspondientes departamentos de desarrollo rural, toneladas y toneladas de semilla, que los agricultores recibieron en forma gratuita, como estrategia que permitiría alcanzar la autosuficiencia.
Acerca del tamaño que alcanza la tragedia que abate a los agricultores temporaleros de uno y otro muncipio, solo ellos pueden dar cuenta, sin embargo prefieren guardar silencio porque del frijol y del maíz que se sembró, poco o nada se espera cosechar.
Los otros, los que si alcanzaron el beneficio que trae consigo una lluvia copiosa, respetuosamente guardan silencio, pues el sentido común les dicta que hablar de las bondades que trajo consigo la lluvia en momentos en que otros lamentan alguna desgracia, constituye imprudencia tan grande como la que muestra el insensato que se atreve a hablar de soga, en casa del ahorcado.
NACIDOS PARA PERDER
Para hablar con claridad, primero, fue la falta de humedad y más tarde, lluvia en exceso, el caso es que los dos extremos del clima finalmente provocaron siniestros a partir de los cuales se deduce que la mayor parte de las siembras de temporal en Abasolo y Soto la Marina, estan perdidas.
En virtud a que dentro del distrito de riego 086 existen terrenos con alta fertilidad y textura ideal para siembra de cultivos altamente rentables, entre los que se incluyen melón, sandía, chile jalapeño, chile habanero y chile piquín, surge en Soto la Marina, una tendencia distinta que comprende la producción con fines de exportación.
En esta ocasión sin embargo, la esperanza de accesar al mercado internacional quedo solo en un buen intento, porque la lluvia inclemente, alcanzó a devastar la totalidad de la siembras de sandía, ocasionando cuantiosas perdida económica a los agricultores.
En comunidades como Tampiquito, 5 de Mayo y la Peñita, la sandía y el melón no alcanzaron a embarcarse y una y otro quedaron tirados en la huerta con evidente daño provocado por la lluvia.
Artemio Morales, aunque resintió perdidas económicas por sandía dañada, espera alcanzar un equilibrio financiero con las ganancias que resulten de la cosecha abundante de chile verde y chile jalapeño cuya cosecha esta a punto de llevarse a cabo.
Para el responsable de administrar el distrito hidráulico 086, José Manuel Vallejo Olivares el volumen global de agua que arrastraron las lluvias recientes, no justifica que se les conceda el grado de «atípicas,» porque no superan todavía, récords que se establecieron en forma anterior y forman parte de un periodo de lluvias que se encuentra perfectamente tipificadas. Las lluvias, resultan normales en el periodo de ciclones y no se acepta que se les llame atípicas si de antemano se sabe que legaran de la mano de una fuerza huracanada o perturbacion atmosférica previamente anunciada, anotó.
EL RECUENTO DE LOS DAÑOS
Una vez superada la tormenta, según afirmaciones contundentes del representante de CONAGUA en el Distrito 089, no hay recuento de daños dentro de las casi 36 mil hectáreas que comprende el área de riego, toda vez que en este ciclo se cancela toda dotación de agua para riego y por lo mismo, no se programan siembras en este sector.
Sin embargo, debe destacarse el hecho importantisimo que reviste el anuncio formal de CONAGUA donde hizo saber a todos los productores, que en el venidero ciclo agricola, no habrá ningún tipo de condicionamiento para abastecer con agua suficiente a los productores en el 086.
Tras las lluvias copiosa, los ríos Corona y Purificación, aumentaron el volumen de sus caudales y si se toma en cuenta las aguas broncas que descargan otras corrientes alimentadores, debe entenderse que sigue en aumento el volumen de la presa «Vicente Guerrero», por lo cual resulta imposible poner cifras definitivas al embalaje.
Sin embargo, la presa bajo cuyas aguas subyace sepultado el viejo Padilla, muestra un rostro diferente, que puede tomarse como incuestionable testimonio de volúmenes que ya no resulta frecuente observar.
El jefe de la Comisión Nacional del Agua, CONAGUA, en el Distrito Hidráulico 086, José Manuel Vallejo Olivares, entrevistado que fue en sus oficinas de Abasolo, Tamaulipas, ofrece al representante de Expreso, datos sorprendentes, porque hasta el miércoles 15 de octubre, el vaso de la presa registraba un almacenamiento del 69.4% de su capacidad, hecho que reviste especial relevancia, si se toma en cuenta que los caudales de ríos y arroyos siguen incontenibles.
En este momento, el nivel de almacenamiento que registra la presa «Vicente Guerrero» es de 2 mil 714.60 hectómetros cúbicos, con los cuales conforma un espejo de agua de 313.95 kilometros cuadrados. Es decir que una superficie de casi 314 kilometros cuadrados de territorio perteneciente al viejo Padilla, se encuentra sepultada bajo el agua.
Vicente Gonzalez M.
EXPRESO-LA RAZÓN




