4 diciembre, 2025

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Benjamín Lucio Trinidad: 60 años de aroma, esfuerzo y tradición en el mercado municipal

Su cafetería “Benja” es más que un negocio: es un punto de encuentro, un rincón de identidad tampiqueña donde el esfuerzo y la disciplina se sirven en cada taza

TAMPICO, TAM.- En el corazón del mercado municipal “Francisco I. Madero”, entre el bullicio de los locatarios y el aroma inconfundible del café recién colado, Benjamín Lucio Trinidad mantiene viva una tradición que cumple ya 60 años de historia.

Su cafetería “Benja” es más que un negocio: es un punto de encuentro, un rincón de identidad tampiqueña donde el esfuerzo y la disciplina se sirven en cada taza.

Desde 1965, cuando apenas tenía nueve años, Benjamín se levanta todos los días a las cuatro de la mañana. A las cinco ya está en su puesto, encendiendo la estufa y preparando café y chocolate en ollas de veinte litros para los clientes que, como él, no fallan ni un día.

“A las 4 de la mañana despierto desde 1965… De 5 a 12, 1 de la tarde… Inicié aquí por mi papá: café, chocolate”, recuerda con una sonrisa que huele a nostalgia y a orgullo.

Su rutina, lejos de agotarlo, le da energía para seguir con otra de sus pasiones: el fútbol.

“De aquí me voy a correr, el fútbol es mi pasión. Tenemos equipo de veteranos de 65 y más; jugamos los sábados y entrenamos los miércoles en la tarde, de 4 a 6 o 7”, cuenta entusiasmado, demostrando que la constancia no se apaga con los años.

Benjamín aprendió el valor del trabajo de su padre, don Benjamín Lucio García, hoy de 98 años, quien vendía café, avena y el recordado chocolate Carlos V.

“Mi papá me dice que siga la tradición”, relata con respeto. También recuerda con cariño a su madre, Ignacia Trinidad de Lucio, ya fallecida, a quien considera su mayor inspiración.

“De todos mis hermanos nada más yo quedé en este trabajo; los demás son profesionistas: contadores, licenciados, ingenieros, estilistas”

Entre tazas humeantes, sonrisas y anécdotas, Benjamín Lucio Trinidad se ha ganado un lugar en la memoria colectiva del mercado. Su historia es una lección de vida: la de un hombre que encontró en el trabajo diario, la constancia y el amor por sus raíces, la receta perfecta para mantener encendida la llama del esfuerzo. Porque en cada sorbo de su café, se saborean seis décadas de entrega y orgullo tampiqueño.

Por Cynthia Gallardo
Expreso-La Razón

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