A juzgar por lo dicho en el “relanzamiento” del PAN, parece que en la elección del 2027 veremos competir casi en su totalidad a partidos políticos de manera individual.
Quedará para el recuerdo la elección por la gubernatura de Tamaulipas en el 2022, con solo tres opciones: la alianza de la Cuarta Transformación (Morena-PT-PVEM) que obtuvo la victoria; la que encabezó el partido que entonces detentaba el poder (PAN-PRI-PRD); y la de Movimiento Ciudadano, que desde entonces tomó la decisión de ir solo a las contiendas.
Después de ese resultado, y aún más después de la paliza que sufrieron en la elección del 2024, la oposición enfrenta una disyuntiva muy difícil de resolver.
Por un lado, queda claro que la alianza pactada en los últimos procesos electorales no solo ha sido infructuosa, también ha sido dañina.
El caso de Acción Nacional es el más ejemplar.
En la elección del 2022 por la gubernatura obtuvieron 557,088 votos que sumados a los casi 65 mil del PRI y los 20 mil del PRD le dieron 642,433 votos a su candidato.
Dos años después de perder el poder, en el 2024 insistieron con la fórmula y los resultados fueron desastrosos: su candidata presidencial sacó apenas 427,228 votos en Tamaulipas contra 1 millón 013 mil de Claudia Sheinbaum.
La caída de votación para el panismo fue dramática: pasaron de los 557 mil del 2022 a 344 mil; el PRI se mantuvo contenido en su techo con 68 mil votos y el PRD siguió su camino al abismo con apenas 14 mil sufragios.
Los números evidencian que la alianza del PRIAN y lo que quedaba del PRD potenció sus debilidades. Como en su origen, cuando se firmó el famoso Pacto por México en los tiempos de Peña Nieto, este acuerdo entre los tres partidos históricos del país le dio la razón al obradorismo que logró instalar una narrativa sencilla y efectiva: son lo mismo.
Pero el drama de Acción Nacional -el PRI es un zombie- radica en que tampoco de manera individual tiene posibilidades reales de competir en las próximas elecciones.
Por eso lanza un SOS desesperado a Movimiento Ciudadano que al ser el único partido de la oposición con crecimiento real, no tiene el más mínimo aliciente para aceptar ahora sí una alianza con ellos.
El relanzamiento del PAN no pasará de una suerte de rebranding que difícilmente llegará siquiera a parecerse a aquel “nuevo PRI” que tuvo un segundo aire, solo para confirmar que su inherente condición de partido corrupto, exhalar un último aliento y morirse… aunque no se hayan dado cuenta.
2022
PAN: 557,088
PRI: 64,783
PRD: 20,562
4T: 730,864
MC: 46,143
Votos nulos: 33,769
2024
PAN: 344,630
PRI: 68,529
PRD: 14,069
PVEM: 92,989
PT: 74,416
MC: 152,528
Morena: 846,310
Votos nulos: 30,965




