“Aunque la mona se vista de seda mona se queda”
-Refrán popular-
Jorge Romero Herrera, organizó y presidió un evento para el relanzamiento del PAN, el partido que preside y que fundó Manuel Gómez Morín en este mismo recinto, el Frontón México, hace 86 años. Destacó en ese acto, el nuevo logotipo del PAN con las letras inclinadas hacia la derecha y el uso constante, en el discurso, del nuevo lema Patria Familia y Libertad, que le da identidad como un partido más allá de la centroderecha, fiel su filiación originaria.
Hay que recordar que Acción Nacional nació para oponerse la política social del gobierno de la posrevolución y a sus principios, el PAN surgió a la vida política como respuesta de la derecha al Presidente Lázaro Cárdenas que impulsó la expropiación petrolera y la puesta en práctica de la reforma agraria, que afectó los intereses de los más poderosos. En sus orígenes el PAN señalaba que ellos defendían la democracia y el pluralismo político y se oponían a una política que consolidaba un sistema autoritario.
Algo más o menos como lo que plantea hoy el dirigente Romero Herrera, que deja muy claro, que a pesar del relanzamiento, el PAN sigue siendo un partido de la derecha que no comparte las preocupaciones del actual gobierno de la república por la justicia social y por los pobres de México, el PAN es el partido de la derecha, plenamente identificado y alineado con los principios de Patria Familia y Libertad, que usan permanentemente en su discurso, casi con las mismas palabras, los líderes de la extrema derecha internacional como Jair Bolsonaro de Brasil, Javier Milei de Argentina y Giorgia Meloni de Italia.
Es pertinente revisar en este punto, a que se opone el PAN desde su fundación y ahora también. La Constitución de México define a la democracia como una estructura jurídica, un régimen político, y un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo, a eso se dedicaba de tiempo completo el gobierno del General Cárdenas, a hacer posible el cumplimiento de la democracia constitucional, y a eso se dedica el gobierno de la república que encabeza la Presidenta Claudia Sheinbaum, a eso es a lo que se oponía el PAN en 1939 y a eso es a lo que se opone también ahora en 2025.
Dejó claro el dirigente del PAN, en clara alusión al PRI, que no irán más en alianza con ningún partido político y que competirán con sus propios candidatos en las elecciones de 2027 y 2030, lo que no deja de ser sorprendente si se tiene en cuenta que, en las elecciones intermedias del siglo 21, el PAN por sí solo ha obtenido un promedio de 8.7 millones de votos en cada elección intermedia de diputados, lo que sólo le daría oportunidad en 2027, de tener una bancada de dimensiones semejantes a la actual, lo que podría significar que el propósito de la dirigencia panista no es ganar la mayoría, sino que su único fin es estorbar el trabajo legislativo de la mayoría.
Pero además, los discursos del Presidente del PAN y los panistas distinguidos que hicieron uso de la palabra, le quedan a deber a los mexicanos las explicaciones de su proceder al frente del gobierno, la falta de claridad y de responsabilidad de Vicente Fox que carecía de visión y plan de gobierno, que sintetizó en una sola frase después de haber concluido su gestión: “yo prefería irme de gira y dejaba encargado el changarro.” Nada se dijo tampoco, sobre los hermanos Bribiesca y sus negocios, hijos del primer matrimonio de la Primera Dama Martha Sahagún.
No conocemos el pensamiento de los panistas respecto al Presidente Felipe Calderón que declaró una guerra interna el primer día de su gobierno, una guerra que ha costado decenas de miles de vidas y desaparecidos, para combatir al narco y al crimen organizado, y puso al frente de ella, a un funcionario ahora sentenciado en Estados Unidos a 39 años de prisión por delitos de narcotráfico. Nada tampoco se habló sobre los negocios de los hermanos y parientes de la Primera Dama Margarita Zavala.
Tampoco se dio ninguna explicación respecto a las acusaciones de corrupción contra Jorge Romero Herrera y el llamado Cártel Inmobiliario cuando fue Jefe de la Delegación Benito Juárez, nada sobre las acusaciones penales contra Ricardo Anaya, ex candidato a Presidente de la República, y los sobornos de Oderbretch cuando era legislador del PAN, nada sobre la postulación de Xochitl Gálvez, cuya hermana estaba en prisión por secuestro, mientras ella hacía promesas de campaña de acabar con los delitos de alto impacto, como el homicidio y el secuestro y de hacer una mega cárcel para “refundir” en ella a los criminales.
Así es que, visto y oido lo ofrecido, y también percibido lo omitido, no hay muchos cambios, todos sabemos que la patria para los panistas es ese lugar donde se gobierna para unos cuantos privilegiados, ya sabemos que su concepción de la familia excluye a todos los matrimonios del mismo sexo que se han celebrado al amparo de las leyes vigentes y que han adoptado hijos para integrar sus familias, sabemos que en los estados que gobierna el PAN las mujeres que no quieren tener a los hijos de sus violadores o abusadores van a la cárcel, ya sabemos que la libertad tiene los límites de su añeja y cerrada concepción del mundo, y aunque se vistan de seda, se cambien la ropa y el peinado, el logotipo y los lemas, siguen siendo el mismo Partido Acción Nacional, el mismo PAN, el partido de la ultraderecha.




