TAMPICO, TAM.- El corazón de Tampico latió más fuerte este sábado 25 de octubre. Alejandro Sanz, el español que ha convertido la poesía en canción, llegó con su gira ¿Y ahora qué? para regalar una noche que miles difícilmente olvidarán en el Centro de Convenciones y Exposiciones de Tampico.
Desde temprano, la pasión se hizo fila. Personas jóvenes, adultas, familias enteras, incluso una fanática que viajó desde Tijuana durante un día completo, llegaron con una sola ilusión: ver al artista que ha puesto banda sonora a muchas historias de amor y desamor. Orden y tecnología fluyeron en el acceso.
Aunque, como toda historia intensa, hubo un pequeño capítulo de tensión cuando algunos quisieron ocupar una zona restringida y el público reaccionó al grito de “fuera, fuera”. Protección Civil actuó y el concierto siguió su curso.
A las 9:30 de la noche, la magia comenzó, y se estima una afluencia de siete mil personas. Se apagaron las luces y apareció él: playera negra, pantalón beige y una presencia que llenó el escenario. Con «Desde cuándo» rompió el silencio y desató la euforia.
Luego llegaron cerca de 20 temas más que hicieron viajar a los asistentes por sus éxitos de ayer y de hoy.
Entre canción y canción, Sanz agradeció el cariño que le entregó Tampico, ese que se siente genuino y sin rodeos. Con “Hoy no me siento bien”, dejó claro que la música también es un refugio en los días difíciles.
Mostró su humildad portando una bandera de México que más tarde regaló a un afortunado del público. Y hasta un peluche de extraterrestre recibió, lo apapachó con humor y terminó lanzándolo para que alguien lo atesore como botín de guerra emocional.
“Bésame”, su reciente lanzamiento, estremeció al público aunque esta vez sin Shakira, presente únicamente en las proyecciones del escenario.
Y cuando sonaron “Mi soledad y yo”, “Amiga mía” y un fragmento de “El alma al aire”, Tampico se convirtió en un coro de miles que cantaban con el alma abierta.
Dos horas de entrega total. Antes de retirarse, Sanz pidió ensayar el clásico grito de “otra, otra, otra” y su truco funcionó. Cuando el público pensó que el adiós había llegado, regresó para rematar la velada con “Y si fuera ella” y un “Corazón Partío” reinventado en remix por Karlo y Corkidi.
Tomado de la mano con sus músicos, coristas Sanz agradeció a Tampico y cerró el concierto más esperado del 2025.
Sanz fue escoltado al Aeropuerto Internacional de Tampico para continuar su gira por México y el extranjero, mientras aquí quedaron miles con la voz ronca, el corazón lleno y la certeza de haber sido parte de una noche que se contará una y otra vez.
Porque hay artistas que se escuchan y otros que se sienten. Alejandro Sanz, anoche, se sintió en el alma.
POR CYNTHIA GALLARDO
EXPRESO-LA RAZÓN




