Nuevamente, en sesión de Cabildo de Tampico, hubo show. Todo empezó muy bien en esta reunión de Cabildo que se llevó a cabo este miércoles a la una de la tarde: se habló de la aprobación del presupuesto para el año que entra, el cual habrá de superar los 1,400 millones de pesos. Se buscó que en ninguno de los ajustes que se hicieron al presupuesto, se afectara a ningún grupo social, procurando privilegiar a los que menos tienen.
La alcaldesa Mónica Villarreal Anaya, estuvo abierta al diálogo, al debate y a las contrapropuestas de varios regidores, las cuales fueron escuchadas y aceptadas para agregarlas, con sus modificaciones correspondientes, al presupuesto del año que entra.
El desorden, como siempre, lo puso la regidora del Partido Acción Nacional, Carmen Díaz Barrios, quien aprovechó el punto de asuntos generales para dar show y buscar ser la protagonista del día.
Su discurso empezó con la lectura de una solicitud de una organización no gubernamental llamada “Ciudadanos A39”, que preside el señor Carlos Salas, quien tenía la inquietud de una supuesta privatización del Paseo Canal de la Cortadura. Ahí aprovechó para ventanear que los regidores presentes no quisieron recibir ese documento, lo cual, hasta ese momento, no representaba una falta grave.
El problema vino —y se convirtió en algo grave— cuando mencionó que un regidor, identificado como Lorena, se había negado a recibirlo, dejando entrever que hablaba de un hombre, cuando en realidad se trata de una regidora emanada de la comunidad trans, y eso se debe respetar aquí y en China.
Se escuchó muy mal expresarse de esta manera contra la edil, que, por cierto, cuenta con su cambio de identidad; es decir, oficialmente y de manera respetuosa, es Lorena Ortiz y se debe referir a ella en términos femeninos, no masculinos.
Obviamente, tomó la palabra Lorena Ortiz y explotó contra su compañera. La señaló de estar violentándola por cuestión de género. Además, la acusó de que a ella y a sus asistentes —que también son parte de la comunidad trans— se la pasan acusándolas y tomándoles fotografías.
También le pidió respeto, pues mencionó que cada vez que habla algún otro compañero, la regidora Carmen Díaz Barrios hace muecas y gestos burlándose de lo que comentan.
Remató dejando entrever que procederá legalmente contra ella por estarla violentando.
Por lo visto, la regidora del PAN no ha entendido que formar parte de ese cuerpo colegiado es para debatir, proponer y buscar el bien de Tampico.
Se la pasa metiéndose en problema tras problema, sin entender cuál es su verdadero papel como regidora.
DIPUTADA SE DA SU RETOQUE EN PLENA SESIÓN DEL CONGRESO
Y en el Congreso de Tamaulipas, la diputada Catalina Meléndez acaparó las cámaras fotográficas y de televisión al estarse maquillando en plena sesión.
Es una diputada del partido Morena que, por cierto, no tolera las críticas ni los cuestionamientos, pues es de esos políticos que caen en el exceso de proceder con demandas contra quien le incomoda.
Así que habría que recomendarle que, si ese es su hábito, se dé su retoque antes de bajar de su coche, para evitar que le tomen fotografías.
Y que el fotógrafo se esconda, porque si se da cuenta de quién fue, no dude que mañana estará demandado.
Es una ridiculez y una muestra de soberbia que algunos políticos crean que pueden callar a los periodistas acudiendo a la fiscalía a interponer querellas.
Y ADÁN AUGUSTO… ¡VIENDO EL PARTIDO DE FÚTBOL!
El senador Adán Augusto fue prácticamente “cachado” viendo, tranquilo y gustoso, un partido de fútbol en plena sesión de la Cámara Alta.
Se nota que le interesa mucho el rumbo que toma el país desde el Senado de la República.
No se vale que los mexicanos le paguen un salario del orden de los 200,000 pesos mensuales por andar cotorreando. Está claro que este tipo de personajes políticos ya están caducos; deberían irse a su casa a descansar y cuidar a sus nietos.




