La irrupción de la «generación Z» está transformando los paradigmas políticos a nivel mundial, impulsando demandas de cambio ante el desencanto con la partidocracia y el aumento del populismo tanto de derecha como de izquierda en países desarrollados y emergentes como Estados Unidos, México, Argentina, Italia y España.
Esta generación, caracterizada por su desconfianza hacia los partidos tradicionales y su activismo en redes sociales, está ejerciendo una presión inédita por la transparencia, la rendición de cuentas y el rechazo a la violencia institucional y social.
Contexto Internacional
A nivel global, la generación Z ha liderado movimientos que exigen justicia social, acción climática y transformación política, sucediendo incluso en países africanos y de Europa del Este donde las estructuras de poder parecían inamovibles.
Esta generación muestra fuerte cansancio ante la polarización y busca alternativas fuera del sistema de partidos tradicionales, usando tecnología para organizarse y movilizarse rápidamente.
Situación en México
La violencia reciente, ejemplificada por el asesinato de siete alcaldes en Michoacán y la prolongada inseguridad en Sinaloa y otros estados, ha llevado a la generación Z mexicana a asumir una postura proactiva, exigiendo revocación de mandato y el fin del populismo y la violencia política.
Los jóvenes mexicanos utilizan plataformas digitales para coordinar protestas, exigir transparencia y promover la participación ciudadana fuera de las estructuras tradicionales de los partidos, reflejo de una desconfianza radical en la partidocracia y sus respuestas a los retos actuales.
Desafío para la Política Tradicional
El panorama mexicano refleja una crisis de legitimidad institucional donde la “partidocracia” ya no representa a la nueva generación, que rechaza el clientelismo, la corrupción y la inseguridad que perciben como resultado de la irresponsabilidad política.
Las exigencias de la generación Z están reconfigurando la agenda pública, presionando por mecanismos de democracia directa, como la revocación de mandato, y demandando soluciones reales, no discursos populistas.
Impacto y Perspectivas
La generación Z tiene el potencial de transformar las dinámicas políticas, forzando a una adaptación profunda del sistema democrático, tanto en México como internacionalmente, e impulsando movimientos sociales que priorizan la ética, la justicia y el bienestar común.
Su irrupción no solo simboliza fatiga ante el statu quo, sino también un llamado a la acción colectiva para construir sistemas políticos más representativos, responsables y orientados al futuro.
En el corto plazo, la generación Z en México exigirá mayor seguridad, transparencia, justicia y oportunidades laborales, presionando para que la voz juvenil trascienda las redes sociales e impacte el ámbito público.
Se esperan movilizaciones y demandas de reformas democráticas, rechazo a la manipulación política y un llamado urgente a erradicar la corrupción y la violencia.
Aunque muestran ansiedad y agotamiento por las crisis, mantienen optimismo y compromiso de transformar el país.
Por. Dr. Jorge A. Lera Mejía
Especialista en Políticas Públicas. SNII-2 SECIHTI.




