La información tronó como pólvora en los 43 municipios de Tamaulipas, al exhibirse un supuesto cobro por 200,000 pesos por parte de la esposa del actual presidente del Congreso del Estado, Humberto Prieto.
Se trata de Verónica Garza, quien recibió esta cantidad al mismo tiempo que su esposo ya era diputado, presuntamente por un salario que no está muy claro.
Se decía que este dinero se le entregaba de manera oculta, lo que deja en entredicho la transparencia del proceso, y el punto más cuestionable es que se trataba de la esposa de un diputado.
Nada más con verle la cara a Humberto Prieto, cuando salió a ofrecer una rueda de prensa para hablar sobre el tema, fue suficiente para notar que le dolió, y mucho, que este asunto saliera a la luz pública.
Pues lo deja muy mal ante la opinión pública, y más porque hoy se encuentra en Morena, donde se supone que no hay mentiras ni traiciones.
Debe investigarse al actual dirigente congresista, ya que además se le señala de estar pidiendo favores a los municipios para que le entreguen obra a la constructora de su padre.
Se nota que hay quienes no le han perdonado a Humberto Prieto su traición al haber pateado al Partido Acción Nacional para arroparse en los brazos de los morenistas, quienes lo premiaron con la presidencia de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado de Tamaulipas.
Además, Humberto se ha hecho de nuevos enemigos al interior del mismo Congreso, debido a que hay muchas quejas sobre sus famosas fiestas VIP, donde solo invita a algunos legisladores y a otros les hace cara de fuchi.
También hay quejas de sus propios compañeros diputados por la manera en que los trata; están molestos con él.
La guerra sucia está a la orden del día en Tamaulipas, y la “ventaneada” que le dieron al diputado de Reynosa parece ser un capítulo más de ella.
Una guerra sucia que cada vez sube más de tono, al grado de que, por lo visto, se están violando todos los códigos y ya no se respeta ni a la familia ni, mucho menos, a las esposas de los políticos.
El exhibir a los políticos por sus tranzas y triquiñuelas se ha vuelto una historia de todos los días, donde los primeros recomendados para trabajar y cobrar son sus familiares.
Nada más faltó que Humberto Prieto se tirara al piso a llorar como un niño de kínder.
DESCONOCÍA GOBERNADORA AUMENTO A SU SALARIO
Se vio muy, pero muy mal la gobernadora del Estado de Veracruz, Rocío Nahle, al dar a conocer que desconocía que le habían aumentado su salario.
Cuando bien sabemos que quien manda y ordena el presupuesto de gasto de cada entidad son los mandatarios; ellos ponen y disponen, y los diputados simplemente votan a favor, como los borregos que son.
Y el incremento no fue de un 5% o un 10%, sino de un 25%. Es decir, de ganar 67,842 pesos, ahora se estará llevando al bolsillo cerca de 84,750 pesos, un aumento de 16,950 pesos.
Nadie le cree que no fuera ella quien pidiera este incremento, pues fue ella quien jugó con su salario.
Si a todos los mexicanos las empresas donde trabajamos nos concedieran un incremento similar al de la gobernadora, todos viviríamos felices y contentos.
Pero la triste realidad es que esto solo puede ocurrir en gobiernos donde se nota que los servidores públicos, como la gobernadora, llegan a servirse y no a servir al pueblo, por eso, la gobernadora se despachó con la cuchara grande.
Se nota que no le interesa que está reprobada como gobernadora y solo quiere seguir disfrutando de los gozos y las mieles del poder.
¡¡¡Qué vergüenza!!!
¡¡¡No se vale chillar!!!




