Este sábado 15 de noviembre fue un día de protestas en la zona sur de Tamaulipas, principalmente en los municipios de Tampico y Madero. Toda protesta cuyo fondo o trasfondo se trate de un tema social y demanda ciudadana es válida y debe ser escuchada. Les guste o no les guste a las autoridades locales, se trata de personas con nombre y apellido, de carne y hueso, que están inconformes con algunas de las políticas de gobierno que se están ejerciendo.
En el municipio de Tampico vimos un promedio de 300 personas que llegaron frente al Palacio Municipal, en la calle Colón, y empezaron a realizar su protesta. Lo que no estuvo bien fue la presencia de personajes ligados directamente al Partido Acción Nacional. Ellos no debieron haber participado, porque su presencia contaminó la esencia ciudadana de la que les estoy hablando.
Vimos a dos ex regidores porteños, Liz García Aldape y Lamberto de la Maza Los dos tuvieron la gran, pero gran oportunidad de ser parte del Cabildo, y hay que ser realistas: el trabajo de ambos fue completamente gris. Entonces no se vale que ahora quieran figurar en este tipo de marchas, cuando han tenido voz y voto y aun así se quedaron ciegos, sordos y mudos. Por eso critico su presencia, así se enojen o se pongan trompudos es la neta del planeta.
También observamos —o nos dimos cuenta— que estuvo el ex diputado local Ángel Covarrubias, y también es cuestionable su presencia, pues fue parte del Congreso de Tamaulipas, y solo se dedicó a ser un empleado de los hermanos Cabeza de Vaca. Cuando fue diputado, representando la zona norte de Tampico, tenías que buscarlo por todos lados para encontrarlo. Se la pasó trepado en una nube, mareado en un ladrillo, y ahora que ya no lo es, quiere andar figurando en este tipo de movimientos.
En el caso de Ciudad Madero, la agrupación Colonos Unidos llevó a cabo esta caminata desde el Tec de Madero hasta la presidencia municipal. Hasta ahí todo estaba muy bien. Y remarco: las peticiones y solicitudes deben ser escuchadas; no pueden ser ignoradas. Los ciudadanos tienen derecho a manifestarse pacíficamente, pero no deben permitir la mano negra de políticos con otros intereses.
Por ejemplo, aquí se vio a un tal Daniel Calles, que la neta en su casa lo conocen, pero está ligado a la militancia del PAN, y este tipo no tenía nada que hacer en esta caminata. Tacha y reprobados los colados que llegaron a este movimiento. Los panistas y pseudoactivistas no tenían nada que hacer ahí.
Es una vergüenza que existan 63 integrantes de Cabildo en la zona sur de Tamaulipas. y nueve síndicos, y a la mayoría —no todos, pero sí a la mayoría— se la pasan creyéndose el nuevo rico del pueblo, presumiendo sus derroches, sus casas y sus camionetones. A muchos de los regidores de Tampico, Madero y Altamira no los veo en las calles, no los veo con la gente, no los veo en campo, pero tampoco despachando en la Sala de Regidores.
Los señores presidentes municipales deben poner a trabajar a los regidores y que se dejen de estar tirando la hueva, pensando, soñando y queriendo ser diputados o presidentes municipales. Debe aprobarse un reglamento para los integrantes del Cabildo que les exija mínimo ocho horas de trabajo. Deben checar tarjeta como cualquier otro trabajador, y también se les deben descontar los días que no acuden a trabajar, porque la neta trabajan poco y ganan mucho.
La reflexión debe ser que las autoridades se pongan a trabajar y resuelvan cada una de las demandas ciudadanas que se les están solicitando.
Siempre debe de prevalecer el diálogo de atenderse las peticiones y de nunca ejercer represados de ningún tipo.
Recuerda: ¡¡¡No se vale chillar!!!




