CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- A casi dos años de que un juez dictara sentencia firme a su favor, los trabajadores de la maquiladora Componentes Universales siguen sin recibir un solo peso de su liquidación.
Lo que comenzó como una demanda colectiva en Matamoros terminó trasladado al Segundo Tribunal Laboral de Reynosa, donde el expediente 56/2024 está atrapado en un laberinto de retrasos, omisiones y posibles actos de corrupción, relató a Expreso Alicia Garza, una de las afectadas en este caso.
De igual modo, denuncia que pese a que la resolución quedó firme en noviembre de 2023, las autoridades no han vendido los bienes adjudicados para pagarles lo que la ley reconoce.
“Nos están dando largas. Todo salió a favor de los trabajadores, pero no se vende nada».
«Esto es corrupción e incompetencia… todo se maneja a conveniencia”, enfatizó Garza.
Sobre los hechos, dijo que la maquiladora cerró físicamente el 22 de agosto de 2023, dejando sin empleo a centanares de obreros que desde entonces han enfrentado un desgaste emocional y económico mientras siguen de cerca un proceso que, aseguran, ya debería estar concluido.
En noviembre de ese mismo año recibieron las tablas cuantitativas, el cálculo formal de los montos a pagar, pero desde entonces, el tribunal se negó incluso a entregarles copias completas de la demanda, pese a que solicitaron el documento “apegándose a derecho”.
Así también expuso que las audiencias concluyeron el 25 de abril de 2025, cuando el juez finalmente adjudicó los bienes de Componentes Universales a los trabajadores.
A partir de ese momento, solo faltaba que el sindicato y las autoridades responsables procedieran con la venta.
Sin embargo, nada ha ocurrido.
“Ya vamos para dos años y no pasa nada. No sé qué espera el sindicato para vender. Nosotros cumplimos, acudimos a todas las audiencias, a Matamoros y a Reynosa, sin faltar ni una”.
Mientras tanto, la preocupación crece entre los trabajadores, y es que hasta temen fallecer (como algunos ya lo hicieron) y no recibir pago alguno de lo que ya ganaron.
“Tengo miedo de morirme antes de recibir lo que me corresponde. Algunos de mis compañeros ya fallecieron sin ver un peso”, lamenta.
Hoy día, el caso exhibe una problemática recurrente en los tribunales laborales: incluso con una sentencia firme, los trabajadores pueden quedar atrapados en demoras que impiden el cumplimiento de la ley.
Y para los exobreros de Componentes Universales, la espera se volvió indignante y dolorosa.
“Ganamos en el papel, pero en la vida real no hemos ganado nada”, finalizó Alicia.
Por Antonio H. Mandujano




