El alcalde de Río Bravo Miguel Ángel Almaraz, ejecutó una torpeza monumental al ordenar el desmantelamiento total de la duela recién remodelada del gimnasio Las Liebres, ignorando criterios técnicos básicos. La obra había sido inaugurada por el gobernador Américo Villarreal a inicios de año, tras una inversión superior a dieciocho millones de pesos destinados específicamente a modernizar espacios deportivos estratégicos.
La decisión de sustituir esa infraestructura recién terminada para instalar una pista de hielo temporal demuestra una profunda irresponsabilidad, pues la intervención destruyó materiales nuevos, generó daños irreversibles y desmanteló un espacio diseñado para funcionar por al menos una década completa. Las imágenes difundidas exhiben un panorama desastroso que evidencia la falta de planeación y la improvisación que caracteriza a esta administración municipal.
Resulta evidente que el alcalde actuó siguiendo intereses partidistas antes que criterios de servicio público, alineándose a órdenes que buscan provocar retrocesos y confrontar indirectamente al gobierno estatal. En lugar de proteger el patrimonio deportivo de los ciudadanos, decidió tirar recursos públicos a la basura para mantener un capricho navideño con vida útil no mayor a treinta días.
La pista de hielo, por muy llamativa que resulte, no compensa ni justifica la destrucción de un espacio que beneficiaría por años a deportistas, jóvenes y familias que dependen de instalaciones dignas. La medida no solo representa un golpe al desarrollo deportivo municipal, sino también un retroceso que afecta la estrategia estatal para rescatar espacios públicos en zonas fronterizas con altos índices delictivos.
Mientras el gobierno de Tamaulipas impulsa inversiones educativas y deportivas para fortalecer el tejido social, el alcalde de Río Bravo pareciera ignorar deliberadamente esa visión. Su acción demuestra desapego total a las prioridades ciudadanas y una alarmante indiferencia hacia el impacto social que genera destruir obras públicas estratégicas para la comunidad.
La salud, prioridad necesaria
La salud continúa siendo una prioridad absoluta para el gobernador Américo Villarreal Anaya, cuya formación médica y experiencia clínica fortalecen una visión profundamente humana del servicio público. Su trayectoria como internista y cardiólogo, aunada a estudios superiores en salud pública, respalda cada decisión que impulsa desde el gobierno estatal.
Durante el segundo simposio de actualidades hemato-oncológicas del Hospital Infantil de Ciudad Victoria, el gobernador compartió reflexiones derivadas de más de tres décadas de ejercicio profesional, destacando que hoy existe una voluntad presidencial inédita para transformar a fondo el sistema nacional de salud mexicana.
Villarreal Anaya enfatizó que Tamaulipas seguirá sumándose plenamente a este esfuerzo histórico, cuyo propósito central es eliminar la fragmentación institucional y construir un modelo único, moderno e incluyente, tal como lo plantea la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo para todo el país.
El mandatario anunció que continuarán los procesos de basificación del personal en hospitales y centros de salud adscritos al esquema IMSS-Bienestar, buscando estabilidad laboral, mejores condiciones de atención y acompañamiento profesional para quienes cursan especialidades médicas dentro del estado.
Con esta visión, el gobernador reiteró el compromiso de Tamaulipas con la agenda nacional de modernización del sector salud, avanzando hacia un sistema capaz de brindar servicios de calidad y cobertura real para todas y todos los mexicanos sin excepción.
Sus palabras fueron escuchadas por el secretario de Salud, Vicente Hernández Navarro, la titular estatal de IMSS-Bienestar, Marggid Rodríguez Avendaño, el director del Hospital Infantil, Vicente Plascencia Valadez, y el diputado Víctor García Fuentes, quienes reconocieron el liderazgo del mandatario en esta transformación.
POR ARTURO ROSAS H.




