CIUDAD VICTORIA, TAM.- «Hubo saqueo. ¡Y vaya que lo hubo!», afirma quien conoce cada rincón de Jaumave. La directora de Turismo. Su convicción es que el semidesierto tamaulipeco resulta tan rico, que ni siquiera aquellos que le mostraron desprecio pudieron agotarlo. Ilse Paola Ávalos Rangel, al frente de la Dirección de Turismo en Jaumave, habla del acierto de todos los jaumavenses, tras haberse declarado «Guardianes de la Guacamaya», para frenar el saqueo que en años anteriores amenazó con extinguir guacamayas, loros y cactáceas.
Jaumave se ubica justo donde comienza el altiplano, una posición estratégica que la naturaleza eligió para proteger y favorecer la multiplicación de especies como loros y guacamayas.
En años recientes, estas aves han sido víctimas de persecución y captura por un comercio criminal que las ha colocado en la lista de especies en riesgo de extinción. La Dirección de Turismo no persigue ni castiga el tráfico ilegal de especies, pero asume la tarea de promover una cultura renovada.
El objetivo es que la gente comprenda que especies como la guacamaya son patrimonio de todos y que robar una guacamaya, una cotorra de cabeza colorada o un loro parlanchín es robarnos a todos.
YA SAQUEARON A JAUMAVE: A TODOS NOS ROBARON
Pero nadie volverá a robar en el altiplano. Ilse se refiere a esa cultura que impulsa el gobierno municipal a través de la niñez, generando una conciencia de respeto a la naturaleza y las especies. Ávalos Rangel aclara que las guacamayas son vecinas constantes de Jaumave, mientras que las cotorras y los loros son parvadas aventureras que ocasionalmente incluyen a Jaumave en la ruta que trazan cuando se desplazan a la Biosfera del Cielo.
El catálogo de especies es amplio, y entre los psitácidos que se pueden observar en Jaumave, la guacamaya verde es la más apreciada, más que eso, …es la consentida de todos, seguida por la cotorra serrana oriental y el perico de cabeza amarilla. Con entusiasmo, Ávalos Rangel afirma que está que viene a ser una batalla ganada, dentro de toda una revolución de las conciencias, los resultados confirman que la estrategia está funcionando, porque cada vez son más grandes las parvadas de guacamayas que visten de colores vivos y encendidos las arboledas de Jaumave, mientras que su incomprensible parloteo llena de alegria los espacios libres. Pero, no es todo…
El creciente número de turistas dinamiza el comercio local, impulsando la expansión y diversificación de expendios de alimentos. Los visitantes aprovechan para degustar las gorditas más sabrosas, para comprar el mejor queso y llevar a casa el chorizo un chorizo artesanal de primera con sabor inigualable. Para ilustrar este desarrollo, Ávalos Rangel comparte de su florido ramillete de opciones, dos flores:la gastronomía y el turismo que crecen a pasos agigantados.
INDUSTRIA DE CHIMENEAS: EL AUGE GASTRONÓMICO DE JAUMAVE
Jaumave vive un auge impulsado por las humeantes chimeneas de los establecimientos que venden gorditas hechas a mano, cocidas en comal de barro y con leña de mezquite. Este crecimiento se debe, en gran medida, al interés que despierta el parloteo de las guacamayas. Todos los establecimientos son recomendables, y aquí se comparte un catálogo de aquellos especializados en satisfacer a sus clientes: Gorditas Don Pedro: Se distingue por su diversidad de guisos y el agradable servicio a la sombra de los nogales. Ofrece servicio al aire libre, ideal para niños y grupos.
«La Wera» todos dicen que en La Wuera se guisa aparte: Reconocido por sus gorditas hechas a mano, cocidas con leña y sus sabrosos guisos. Especializado en atender familias con niños. Ofrece gorditas que en los guisos puestos sobre la mesa rescatan sabores tradicionales, Están hechas con leña y los guisos se elaboran en cazuela de barro curado. Gorditas Doña Tere: Ofrece sabores tradicionales y un servicio que de plano no esta orientado a personas enfermas sin rodeos. Sus gorditas son picosas, pero sabrosas, cocinadas en comal de barro y cazuelas curadas para aumentar su resistencia al fogón. Gorditas Doña Pancha: Un establecimiento con buen servicio y sabores dignos de recordar.
TESOROS BOTÁNICOS DEL SEMIDESIERTO
El semidesierto de Jaumave conduce a los amantes de la naturaleza a un mundo de fascinación, con un catálogo de cactáceas que despiertan el asombro. Incluyen variedades cosméticas, especies alimenticias, plantas utilizadas en ceremonias rituales y biznagas medicinales.
Según la herbolaria popular, estas últimas son capaces de curarlo todo. No está claro si es una maldición o un regalo de la naturaleza, pero Jaumave posee cactáceas con belleza extraordinaria y propiedades espléndidas. Según la Directora de Turismo, existen cinco variedades que son las más buscadas por los cuatreros del desierto: Echinocactus texensis (Mancacaballo): Conocida por sus largas y fuertes espinas que la convierten en peligrosa para animales y humanos. – Ariocarpus retusus: Con apariencia de «piedra viva», es difícil de encontrar en estado silvestre, lo que la convierte en una especie en peligro. – Bonete de Obispo: Un cactus sin espinas, con costillas marcadas y cubierto de pequeños puntos blancos. – Biznaga Gigante o Biznaga Burra: Uno de los cactus columnares más grandes de México, apreciado por su lento crecimiento y tamaño imponente. Se utiliza para extraer acitrón, aunque esta actividad está prohibida debido al riesgo que representa para la especie.
VICENTE GONZÁLEZ M.
EXPRESO-LA RAZÓN




