TAMAULIPAS, MÉXICO.- El Coordinador Estatal de IMSS-Bienestar en Tamaulipas, Marggid Rodríguez Avendaño, reconoció que, aunque el abasto de medicamentos muestra una recuperación significativa, aún existen rezagos derivados de factores externos e históricos que continúan afectando a los hospitales del estado.
“Nos informan de IMSS Bienestar Nacional que ya a partir del mes de marzo ya está llegando completo el medicamento general. Hay desabasto de medicamento pero por falta de producción a nivel internacional” Actualmente el surtimiento oscila entre el 92 y el 95%, pero no está libre de tensiones.
Rodríguez Avendaño explicó que el porcentaje faltante se cubre mediante apoyos del Gobierno del Estado y respaldos federales, mientras llega la regularización total que, según informó IMSS Bienestar Nacional, se alcanzará hasta marzo de 2026. Hasta entonces, el suministro general seguirá dependiendo de esfuerzos extraordinarios.
El funcionario señaló que el retraso en el abasto no es un problema exclusivo de Tamaulipas. Existe una crisis internacional en la producción farmacéutica que ha frenado la llegada de ciertos medicamentos esenciales. Algunas empresas no están surtiendo a México por problemas en su propia capacidad productiva, lo que impacta directamente en el inventario estatal.
Además, recordó un caso que agravó temporalmente la situación: la Federación retiró la concesión a una empresa que aplicó sobreprecios, lo que obligó al gobierno a cancelar el contrato y buscar nuevos proveedores. Esa transición dejó huecos que aún se están compensando.
Pese a ello, Rodríguez Avendaño enfatizó que ningún paciente queda sin medicamento. Cuando la farmacia no entrega al momento, el insumo se proporciona después a través de los directores de los hospitales, generalmente en un lapso de dos días. Aseguró que se trata de un mecanismo emergente para evitar interrupciones terapéuticas.
En contraste con el abasto general, el panorama oncológico es más favorable. Los medicamentos para pacientes con cáncer se mantienen al 100% y el suministro está garantizado para noviembre, diciembre, enero, febrero y marzo, lo cual representa uno de los pocos rubros donde la estabilidad está plenamente asegurada.
Mientras tanto, las autoridades de IMSS-Bienestar admiten que el reto mayor sigue siendo el abasto general. Aunque se prevé regularizarlo en marzo, la dependencia deberá sortear el impacto de la crisis internacional y demostrar que los ajustes administrativos locales son suficientes para alcanzar la cobertura total.
La ciudadanía, por su parte, continúa a la expectativa de que estas promesas se traduzcan en surtimientos reales y puntuales, sin depender de mecanismos provisionales ni de esfuerzos extraordinarios.
Por. Raúl López García




