TAMAULIPAS, MÉXICO.- El fiscal general de Tamaulipas, Jesús Eduardo Govea Orozco, salió al paso de las versiones que buscan vincularlo con la liberación de “El Kelín”. Llamó esas acusaciones “falsas, recicladas y construidas para golpear su credibilidad en pleno arranque de gestión”.
Govea puntualizó que la Procuraduría estatal jamás participó en la liberación del operador del Cártel del Golfo y recordó que, incluso en las narrativas que hoy se difunden, las actuaciones fueron atribuidas al Ministerio Público federal. “Todo lo demás es mentira y mala fe”, afirmó.
Recordó que el 7 de febrero de 2002 fue detenido de manera arbitraria, junto con otros funcionarios, en un operativo improvisado. “Nunca hubo una sola prueba”, señaló, y acusó que aquel proceso fue una fabricación que terminó derrumbándose en tribunales.
En septiembre de 2002, el Poder Judicial Federal ordenó su libertad absoluta, resolviendo que no existían elementos para sostener la acusación. La decisión fue firme, inapelable y dejó el caso cerrado. “Quien diga lo contrario miente”, advirtió.
Tras esa resolución, la Procuraduría estatal lo reinstaló en diciembre de 2002, reconociendo la ilegalidad de la detención y devolviendo sus percepciones. Un año después, la Contraloría lo absolvió de toda responsabilidad administrativa. “La historia jurídica está documentada, no se reescribe por rumores”, sostuvo.
El fiscal subrayó que su carrera posterior ha estado marcada por controles de confianza, evaluaciones y certificaciones continuas, por lo que considera absurdo pretender atribuirle vínculos con la delincuencia. “Es una acusación incompatible con cada evaluación que he aprobado”, señaló.
Govea acusó que las versiones que aseguran que enfrenta un proceso desde hace dos décadas “buscan confundir y lucrar políticamente”, ignorando resoluciones judiciales firmes que lo exoneraron. “Hay quienes saben lo que significa la responsabilidad que hoy tengo y por eso intentan ensuciar mi nombre”, afirmó.
Dijo que su propia experiencia como víctima de una detención ilegal lo obliga a impedir que esos abusos se repitan y reiteró su compromiso con la independencia de la Fiscalía y con las víctimas.
“No me van a intimidar ni a distraer”, concluyó. “Mi trabajo seguirá guiado por la ley y por las familias de Tamaulipas, no por quienes apuestan a la calumnia”.




