CIUDAD VICTORIA, TAM.- Los 13 parques eólicos en operación con una capacidad instalada de 1,722 MW, posicionan a Tamaulipas en el segundo estado con mayor generación eólica, solo después de Oaxaca.
Sin embargo, siete nuevos proyectos y el fortalecimiento de la red eléctrica del estado con la construcción de nueve subestaciones en Tampico, Victoria, Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo, podría reposicionar al estado como líder a nivel nacional en pocos años.
De acuerdo con el Secretario de Desarrollo Energético estatal, los nuevos proyectos sumarán más de 3,700 MW adicionales hacia finales de la década, cumpliendo además las metas nacionales de generación de energía limpia.
Precisamente la falta de transmisión es uno de los puntos señalados en el reciente Congreso Internacional de Energía 2025 para que Tamaulipas se convierta en el principal polo eólico del país, otros dos fueron la ausencia de incentivos claros y trámites lentos que se tienen en México.
Los especialistas que asistieron, destacaron las condiciones excepcionales con que cuenta la entidad para la generación de la energía eólica, vientos constantes y puertos, pero en este momento, la falta de líneas de transmisión, tienen bloqueada la energía.
Estas nueve subestaciones anunciadas y que quedarían listas para el verano del 2026, forman parte del plan federal de expansión anunciado por la Presidenta Claudia Sheinbaum.
El Plan de Expansión 2025-2030, contempla una inversión de 8,177 millones de dólares para construir 275 nuevas líneas de transmisión y 524 subestaciones en todo el país.
En Tamaulipas, se ubicarán en puntos estratégicos como Tampico, Victoria, Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo; el Secretario de Energía, Walter Julián Ángel Jiménez, señaló que adicionalmente se reactivará la línea de transmisión Huasteca-Nuevo León.
Esta será pieza clave para desfogar la producción de energía eólica desde Tamaulipas hacia Nuevo León, conectando subestaciones claves como Güémez, Champayán, Regiomontano (Huinalá) y Las Lajas.
Se trata de una inversión millonaria (309 millones de dólares) con 428.5 kilómetros de líneas y 443 kilómetros de circuitos, lo que ayudará a descongestionar la red, activando parques eólicos parados, potenciando además el desarrollo industrial.
Durante el Congreso Internacional de Energía 2025 también se planteó la necesidad de impulsar el almacenamiento de energía, algo que ya se impulsa en Tamaulipas a través de baterías.
Pero también se tiene el proyecto de almacenamiento de gas natural en yacimientos agotados para asegurar el suministro, especialmente industrial, y aprovechar su potencial eólico y solar.
Miguel Ferrer, Gerente de desarrollo de negocios de SPIC–Zuma Energía, dijo que es necesario que se retomen las temporadas abiertas y coordinarse con empresas interesadas para concretar parques eólicos en el estado.
Es precisamente esta empresa, la que tiene uno de los proyectos más importantes en Tamaulipas, Huizache, con 800 MW en Villagrán, que podría iniciar operaciones en 2028, este podría ser el parque eólico más grande de América Latina por capacidad individual.
La sociedad chino-mexicana SPIC-Zuma Energía planea el proyecto eólico Huizache en Villagrán, Tamaulipas, en la frontera con Linares, Nuevo León con 8000 MW.
Además ampliarán el parque Reynosa de 424 MW con que cuenta actualmente a mayor capacidad, aunque aún están por definirlo.
De acuerdo con lo que explicaron, escogieron el corredor eólico del centro-norte tamaulipeco porque combina vientos constantes de 7-9 m/s y hay cercania a líneas de transmisión críticas, lo que reduce costos de interconexión, además que las comunidades cercanas ya cuentan con experiencia laboral en proyectos similares.
De acuerdo con información del Gobierno del Estado, hay 15 grupos industriales interesados en desarrollar y financiar proyectos eólicos en el estado, lo que además significa más empleos a corto, mediano y largo plazo.
Algunas otras ventajas que además tiene Tamaulipas son la fabricación de palas en Matamoros y una planta de torres eólicas marinas, que no existe en el continente y que exporta a Estados Unidos.
Con cada parque eólico que se instala, se abren posibilidades de empleos para muchas personas, desde desmonte de caminos, montaje, contratos de mantenimiento a 20 años y rentas que llegan a ejidatarios.
Si bien, en el caso de las comunidades cercanas a Llera han tenido disputas con el tema de las rentas, este es un caso que las autoridades deben resolver en tribunales y del que se debe tomar en cuenta para no repetir, en una entidad en la que convirtió sus montañas en fábricas de energía limpia.
A nivel nacional, en 2021, la energía eólica participó con 6.52 por ciento del total de la energía inyectada a la red, pero el año pasado cayó a 5.68 por ciento, de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Energía Eólica.
El año pasado la tecnología eólica inyectó a la red 19 mil 987 Gigawatts/hora, su menor cifra en los últimos tres años, lo que representó una caída de 5.16 por ciento respecto a la de 2021, arrojan datos del Plan de Desarrollo del Sector Eléctrico (Pladese) elaborado por la Secretaría de Energía (Sener).
Esta situación se reportó a pesar de que la capacidad instalada acumulada de esta tecnología fue de 7 mil 512 Megawatts (Mw), un incremento de 7.67 por ciento en el mismo periodo de comparación.
Incluso, este año se tiene contemplado agregar 198 Mw de capacidad de generación por medio de esta tecnología con los proyectos contemplados en el Programa Vinculante de Instalación y Retiro de Centrales Eléctricas, la menor cifra desde 2023, refieren los datos de la Sener.
En entrevista, Óscar Ocampo, director de Desarrollo Económico del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), expuso que de 2019 a 2024, el incremento que ha tenido la inyección a la red de energía eólica no es muy alto respecto al potencial que tiene el País y no ayuda a cumplir metas ambientales.
«En el acumulado de enero a septiembre de este año, según datos del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) es de casi 9 por ciento, pero en principio tendría que ser una cifra más alta.
Piden impulsar almacenamiento eléctrico
Los proyectos de almacenamiento de energía eléctrica que prevé la Secretaría de Energía (Sener) en los próximos cuatro años podrían detonar hasta 5 mil millones de dólares, pero se requiere definir los productos y tarifas que cobrará la iniciativa privada, consideró Raúl Ortega, director general de Enersave, empresa de ahorro y energía.
«El Gobierno plantea proyectos de sistemas de almacenamiento de electricidad por más de 5 mil megawatts, que representaría una inversión de hasta 5 mil millones de dólares, pero aún no están bien definidos los productos que se pueden ofrecer ni sus tarifas», manifestó el experto en entrevista.
Agregó que los inversionistas deben identificar si ofrecerán servicios como estabilización de la red, regulación de frecuencia, control de demanda o potencia activa, con base en los valores establecidos por el Gobierno.
De acuerdo con el Plan de Desarrollo del Sector Eléctrico (Pladese) 2025-2039, de los 5 mil 551 Mw proyectados, 3 mil 71 Mw serán aportados por privados y 2 mil 480 Mw por la CFE.
Ortega señaló que las disposiciones recientes de la Sener no detallan los productos comercializables y que la Comisión Nacional de Energía (CNE) y el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) deben definirlos y establecer sus tarifas.
Es positivo que las nuevas y existentes centrales eólicas y solares cuenten con almacenamiento, ya que ayuda a evitar valores negativos por energía cuando la oferta renovable aumenta.
El Pladese contempla que los primeros sistemas de baterías se instalen a partir del próximo año, concentrando casi 79 por ciento de la capacidad en las regiones Oriental, Occidental, Central y Noreste, con una autonomía de cuatro horas.
Además, se sumarán 3 mil 096 Mw para generación renovable intermitente entre 2031 y 2039. Los sistemas buscan mejorar la confiabilidad de la red y gestionar la energía de las centrales sin baterías.
Política energética no está a discusión
La Presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que la política energética de México no será modificada pese a las objeciones de empresas Estados Unidos y Canadá que acusan cerrazón.
En conferencia, sostuvo que las decisiones del País en esta materia son soberanas y no violan el T-MEC.
«No se viola el tratado, para empezar, y segundo son decisiones soberanas del pueblo de México, entonces no está a discusión cambiar lo que se aprobó», dijo.
La Mandataria federal respondió así a más de 14 mil firmas manufactureras de Estados Unidos, agrupadas en la National Association of Manufacturers, que advirtieron a la Administración de Donald Trump que las políticas energéticas mexicanas mantienen «cerrado» el mercado para productores y distribuidores de energía de ese país, complican la instalación de plantas industriales y generan un «difícil clima de inversión».
«Salió en las conversaciones con Estados Unidos, pero no ha sido el tema, es más bien mucha gente que está alrededor, incluso congresistas, y que están planteando esto y otros de empresas que lo han planteado», aseguró Sheinbaum.
La NAM, que agrupa a corporaciones como 3M, Johnson & Johnson, Caterpillar y Lockheed Martin, afirmó en un escrito que las reformas constitucionales mexicanas de 2024 agravaron los problemas identificados en las consultas de 2022 del T-MEC, y acusó que el acceso a energía confiable y asequible se ha vuelto un obstáculo para nuevas inversiones manufactureras.
En respuesta, la Presidenta rechazó esas observaciones y defendió los ajustes al sistema eléctrico, incluidos los procesos de permisos, la reorganización del mercado y la prioridad operativa de la Comisión Federal de Electricidad.
«Realmente no hay ningún argumento más que ideológico o político relacionado con los supuestos problemas del tratado con electricidad, no lo existe», señaló.
La Jefa del Ejecutivo explicó que la Secretaría de Energía implementó un modelo que ordena la participación privada de acuerdo con las necesidades reales del Sistema Eléctrico Nacional y la capacidad de transmisión disponible.
«Había muchos permisos que alguien quería construir una planta no sé dónde y solicitaba un permiso, y CFE decía ahí no tengo capacidad de conexión a las redes de transmisión, cómo te voy a dar el permiso ahí si no tengo conexión, y entonces la queja pues por qué no tienes capacidad en las redes de transmisión. Entonces, Secretaría de Energía dijo la parte que corresponde a lo privado vamos a cambiar el modelo, yo les voy a decir dónde necesito, no ustedes a ver dónde quieren y con quienes hacen negocio», afirmó.
El reclamo de las empresas estadounidenses incluye acusaciones sobre restricciones en permisos, retrasos en acceso a la red y freno a energías limpias, además de señalamientos sobre el control estatal del gas natural. Sheinbaum sostuvo que la nueva regulación busca evitar problemas técnicos y garantizar que las renovables se integren con baterías y criterios de estabilidad.
Por Perla Reséndez
Expreso-La Razón




