Lalo Mora, una de las figuras más representativas del género norteño, volvió a acaparar titulares, pero esta vez no por un nuevo lanzamiento, sino por unas fuertes declaraciones.
El cantante, que a sus 78 años continúa activo en los escenarios, habló abiertamente sobre la muerte, asegurando sentirse listo para cuando llegue el momento, encendiendo las alertas.
Estuve muy malo del Covid, la muerte bailó conmigo, la alcancé y me cargó, me llevó en brazos y me dejó por ahí en la puerta del cielo», recordó Lalo Mora con la serenidad de quien ha mirado de frente una experiencia límite.
En ese mismo encuentro con su público, fue aún más tajante:
Yo ya me voy, me están llamando allá arriba, es más, ya estoy allá. Estas declaraciones cayeron como un balde de agua fría entre sus seguidores, quienes no tardaron en inundar las redes con mensajes de apoyo.
Para muchos, escuchar a una leyenda del regional mexicano hablar con tal naturalidad de su posible partida resultó desgarrador. Para otros, fue un acto de honestidad que refleja la esencia de un artista que siempre ha contado su verdad sin filtros.
Entre la preocupación y el respeto
La reacción del público no se hizo esperar. En los mensajes dedicados a Lalo Mora se mezclan la angustia, el agradecimiento y la admiración. Algunos fans señalaron que sus palabras funcionan como un recordatorio de la fragilidad humana, incluso en quienes parecen invencibles sobre el escenario.
Otros subrayaron que, a pesar de la crudeza de sus afirmaciones, también transmiten paz y aceptación, mostrando la fortaleza emocional de un hombre que ha librado múltiples batallas, entre ellas la más reciente y devastadora: el Covid-19.
Su recuperación, considerada casi milagrosa por muchos debido a la gravedad de su estado, dejó huella tanto en su salud como en su visión de la vida. Hoy, a un paso de cumplir 79 años, Lalo Mora se muestra introspectivo, consciente del paso del tiempo y orgulloso del legado que ha construido.
Un legado que ha marcado generaciones
La historia de Lalo Mora es inseparable de la evolución del regional mexicano. Su carrera comenzó desde joven, cuando formó el dueto Lupe y Lalo junto a Guadalupe Mendoza, un proyecto que sentó las bases de su estilo.
Sin embargo, el verdadero salto llegó en 1980, cuando fundó Los Invasores de Nuevo León, agrupación que no tardó en posicionarse entre las favoritas del público norteño. Con ellos, Lalo Mora alcanzó fama nacional e internacional, aportando éxitos que hoy forman parte del cancionero popular mexicano.
En 1993 decidió continuar en solitario, adoptando el sobrenombre de “El Rey de Mil Coronas”, con el que consolidó aún más su figura en la música. Sus interpretaciones, cargadas de sentimiento y un estilo vocal inconfundible, lo han colocado como una de las voces más respetadas y queridas del género. A lo largo de los años, su música ha trascendido generaciones, convirtiéndose en un punto de referencia para nuevos exponentes del norteño.
Lalo Mora no se detiene pese a las duras declaraciones sobre su muerte
A pesar de las dificultades propias de la edad y de la fragilidad que dejó su contagio de Covid-19, Lalo Mora se mantiene activo. Continúa presentándose en escenarios, donde miles de personas lo reciben con el mismo entusiasmo de siempre. Sus conciertos son, hoy más que nunca, celebraciones de vida.
La naturalidad con la que habla de la muerte no implica resignación, sino aceptación. Para el artista, llegar al final del camino es parte del ciclo, y lo enfrenta con la misma entereza con la que ha encarado los retos de su carrera.
Sus palabras recientes han servido como un recordatorio de lo invaluable que es su presencia en el mundo de la música y de la necesidad de valorar a las figuras que han marcado la cultura popular mexicana.
Las declaraciones de Lalo Mora abren un espacio para pensar en la forma en que los ídolos, aquellos que parecen eternos, también lidian con la vulnerabilidad.
CON INFORMACIÓN DE EXCÉLSIOR




