La frase titular ” A Dios le debes la vida y a Juan Medina la ropa”, se atribuye a mi amigo Federico Gijón de la Garza (+), que dentro de su sabia ironía hilvanaba dicho tras dicho de las historias conocidas y ocultas de Cd. Victoria, la ciudad que vivimos y nacimos cuando apenas tenía 50 mil habitantes. Una ciudad de bicicletas, tres motos, 50 autos, 200 teléfonos de cuerda, y cualquier cosa de más.
Pero esa frase es una sinfonía que deleita nuestros oídos y que refleja el humorismo involuntario o voluntario de esta región del norte gloriosa.
Es decir, el cotorreo, el pajarear, irse de pinta, no mames wue ya hay Jarritos, frases que reflejan una y otra vez la vida rica y variante de mi ciudad. Donde “El Zumbido”, la cosa nostra que generó la riqueza de 4 grandes familias. Y que consignó en las notas de mi libro Personajes de mi Ciudad.
La frase insigne de Federico Gijón, expresaba la Economía en torno a la famosa tienda de enseres de Don Juan Medina, emprendedor comerciante que se dice llegó del municipio de Cruillas en los años cincuentas.
Expresa la frase, La Economía en torno a la riqueza de Ciudad Victoria. Porque tras La Economía, se concentra la venta de cortes, telas, enseres domésticos que a su vez generaban la vida económica de la ciudad.
Era muy simple; “fiaban”, es decir, soltaban la mercancía con un crédito a la palabra que ya no existe.
La cuota semanal era de 5 pesos, que nuestra clase media y la pobreza dejaba caer en las alforjas de los Hermanos Medina.
Juan, el protagónico, que solía ir de compras a la Ciudad de Mexico, con el fajo de billetes en su bolsa trasera, estos envueltos en un rollo de periódico.
La Economía, ubicada en la esquina del 15 Juárez, frente al edificio de gobierno, multiplicó las colas diarias y semanales para vender y fiar la mercancía que vestía a todos los victorenses y otras capas sociales de nuestra región, campesinos, obreros, gente popis y avecindados.
Juan Medina, siempre sonriente, atendía con eficacia a sus cientos de clientes. Sin duda alguna, Los Medina generaron una inmensa fortuna que a su vez generó una fuerte economía en maquiladoras caseras de ropa, atuendos y uniformes escolares.
“Moñitos”
Personaje icono, Delia Medina, la hermana de los Hermanos Medina, rodea el mito y la leyenda secreta de la ciudad, bien podría ocupar el primer puesto del Récord Ginnes por ser junto a su hermano Juan, la pareja que ha permanecido 3 mil horas continuas en un automóvil dando giros y giros y sonriendo a los ciudadanos del centro histórico de Victoria.
En esa parada de giros, en el 16 Juárez, firmaba el cheque diario por un monto indefinible, para el gasto diario.
Amasaron una inmensa fortuna que no sabemos a dónde fue a parar.
‘Moñitos’ era un mote cariñoso que los victorenses le otorgaron. Representa su vitalidad y coquetería, sus chapas, su labios de exceso de bilet de color rojo y su clásico Moño que adornaba su lucida testa.
Personaje de película, digno de estudio sociopsicológico.
¿ Vueltas y Vueltas y la Rueda de la Fortuna a dónde fue a dar?
Dueños de predios, construcciones urbanas, vehículos, enseres, dinero en efectivo en plata y oro que se fue desvaneciendo en la leyenda urbana más extraordinaria de mi ciudad.
Donaron el bello edificio de Hermanos Filizola, que hoy integra la Pinacoteca del Estado, inmueble generoso de las artes, que debería
tener una placa que diga Gracias Hermanos Medina, como un gesto generoso de nosotros, la gente de Victoria, agradecidos de sus bondades.
Hay mucho que escribir del tema. En el año de 2010, escribo de Moñitos, en mi libro Personajes de la Ciudad, Cuerdos, Sabios y Locos.
He vuelto a esas andanzas.
Con la vitalidad de los personajes, mitos e historias que no pueden olvidarse nunca …
Por Alejandro Rosales Lugo
Expreso-La Razón




