VICTORIA, Tamaulipas.- Los genios crecen en Tamaulipas a racimos, al grado que Gustavo Bujano, un joven ingeniero en Tecnologías de la Información, ha abierto InnovaTiin, una escuela dedicada a la formación y asesoría de niños con deseos de investigación.
Los resultados: un pase a Argentina desde la Expociencias Nayarit y la representación de Tamaulipas en Colombia para Octubre de 2015.
Todo inició cuando el logró de José Treviño Olvera, un niño que entonces asistía a la escuela secundaria, decidió crear un sistema para apoyar a su padre y varios colegas dedicados a la mecánica automotriz.
La intensión de Jesús era realizar un expediente del automóvil, de modo que cualquier mecánico que tenga este sistema podría atender una situación mecánica con verdadera precisión.
La Expociencias Mazatlán 2013, hizo que José Olvera y su asesor, el Ingeniero Gustavo Bujano, saltaran a los medios de comunicación y a través de Facebook, más jóvenes interesados le contactaron animándolo para crear la escuela.
«En realidad los chicos me buscaron a mí, ellos mismos invitaron a otros amigos y es por eso que tengo alumnos de la Escuela Secundaria Técnica 1 y del Colegio Renuevo, son sólo hombres porque ellos se invitaron entre sí, pero también pueden venir niñas, el único requisito es que tengan deseos de investigación», recordó.
Eduardo Hernández Villasana y Marío Veccio Castro Berrones, alumnos del Club de Ciencia y Tecnología InnovaTiin, tienen un pastelero electrónico «Pillbox Assistant», que apoyará a las personas de la tercera edad, para no olvidar las pastillas en sus tratamientos, también les advierte cuando será necesario comprar más medicamento y el nombre de la pastilla que deben tomar, así como la dosis.
Los jóvenes perfeccionan ahora su proyecto para representar a México en el Campamento Científico e Interactivo y VI Foro de Ciencias y Civilización en Argentina 2015.
Eduardo y Alan, no tienen límites, les une la ciencia, el primero estudia en la Secundaria Técnica 1, mientras que Alan, asiste al Colegio Renuevo.
Ambos conjugan sus conocimientos en el Club de Ciencia de Gustavo Bujano y dicen sentirse niños normales.
Las aulas aún son pequeñas, pero existe mucha capacidad en los jóvenes alumnos.
«Esto es un Club de Ciencia, los niños son normales, no requieren grandes habilidades, aquí lo único que necesitan son ganas de trabajar. Todos los niños vienen por su propia voluntad, porque desean hacer sus propios proyectos», dice Gustavo Bujano Guzmán.
Eduardo Hernández tiene 14 años y habla de su proyecto como un profesional. Sin embrago, su edad lo delata cuando casi se recuesta en el mesabanco para armar su proyecto.
«Este es mi proyecto, es un pastelero electrónico, Pillbox, es el nombre del prototipo. Se complementa de una aplicación de modo que desde el celular se pueden configurar los nombres de las pastillas y la dosis. Yo no sabía programar, pero el profesor Gustavo, me enseñó a investigar y lo hice, aquí nos hacen ser autodidactas, sólo nos guían pero no nos imponen nada y además creen en nosotros, porque en la escuela te limitan», dice Eduardo.
Electroválvulas, para ahorrar agua, Apps dedicadas a elaboración de expedientes clínicos, pasteleros electrónicos, sistemas para talleres automotriz y muchos inventos más, surgen de la cabeza de estos jóvenes de 14 años de edad, que no son niños superdotados, poseen conocimientos y capacidades intelectuales que van de acuerdo con su edad.
La única diferencia dicen ellos mismos, es que los dejan crear.
«Para mantener este club en el fraccionamiento Huertas del Río, hay una aportación de 250 pesos catorcenales, asisten dos horas al día, dos días a la semana. Deben ser alumnos de secundaria para que se acoplen. Los actuales alumnos tienen 10 meses de preparación», comenta Gustavo Bujano. «En la escuela convencional te limitan, las materias son las mismas, no te dejan pensar, quieren que todos piensen igual y no aprovechan que otros pensamos diferente. Además piensan que no podemos realizar cosas que hacen chavos de Universidad y aquí en InnovaTiin, es como una consultoría, te abren las puertas a muchos conocimientos diferentes», comenta Fernando.
Ellos son los jóvenes inventores del nuevo milenio.