VICTORIA, Tamaulipas.- Los trabajos que se realizaron a lo largo del año, fueron considerados por una fracción del Cabildo como pésimos; un desperdicio de dinero.
Ayer, el regidor Orlando Guillén Gutiérrez, secretario de la Comisión de Obras Públicas del Ayuntamiento, dijo que basta un pequeño paseo para constatarlo; los baches que se taparon hace 15 días, «revivieron».
«La calle Michoacán es el ejemplo más vivo, más palpable del ineficiente trabajo que se ha hecho, porque con la ‘agüita’ que se vino estos días, se destaparon y apenas, hace 15 días, los habían tapado», dijo.
Dijo que la Ciudadanía tiene dos problemas: el arriesgar el buen estado de sus vehículos y el segundo, seguir soportando iniciativas de «papel», sin efectividad.
Agregó que las contingencias climáticas que se registraron pusieron a prueba a las autoridades .
«Sabemos que hubo problemas con el transporte por el pésimo estado en que quedaron los accesos a las colonias; incluso, todavía existe una situación en el fraccionamiento Lomas de Guadalupe y en Haciendas del Santuario», recordó.
Esta situación coincidió con las declaraciones que dio esta semana Ramón Hernández Manríquez, secretario del Sindicato de Microbuses Verdes de Victoria, quien dijo, tenían 40 unidades inhabilitadas a causa de averías derivadas de problemas de suspensión, que son las piezas más vulnerables ante los baches.
En recorridos de Expreso por varios puntos de la localidad, que incluyeron desde el oriente, por sectores como Corregidora, Satélite, Playas, hasta el poniente, pasando por la zona Centro, se capturaron cientos de imágenes de los distintos casos.
En la colonia Satélite, en los cruces de la calle Osa Mayor, los microbuses batallaban para avanzar a causa de más de una docena de pozos encharcados.
Los baches «brotaron» en suelo de concreto hidráulico, que se supone, es casi imposible que sufra estos daños por la naturaleza de su material.
La calle Michoacán, como dijo el Regidor, da mucho de qué hablar; hay baches hasta en los baches, de todas formas, colores y sabores.
Hace 15 días, se «tapó» la mayoría de los pozos, pero con las leves lluvias que se registraron, «revivieron» y están ahí, amenazantes.
Los conductores sortean cada pozo en el suelo; desde autos compactos, motocicletas, microbuses y camionetas, los rostros de los conductores reflejan fastidio.
«No sirve el trabajo que se realizó», comenta la empleada de una tortillera asentada en la avenida Michoacán, quien diariamente lidia con el problema.
Guillén Gutiérrez dijo que esta iniciativa fallida parece ser hecha a propósito, dijo.