VICTORIA, Tamaulipas.- En el año de 1964 en Victoria, Tamaulipas, cuando no existía hacia el sur el hospital del Seguro Social, se lucía en todo su esplendor El Peñón y su paisaje árido en torno al Santuario de Guadalupe, un espacio que se había desmontado, quizá con la ferviente intención de algunas obras en el lugar.
No había trazos aún para la existencia de la colonia Burócratas y en ese espacio querían tan sólo espacios deportivos y el hospital, pues los locales que ocupaba el IMSS en casas particulares ya resultaban insuficientes.
Entonces la Cámara de Comercio local, publicaba una revista que hoy forma parte de la historia, su director era don Fernando Elizalde, el gerente don Arturo A. Rodríguez y como colaboradores figuraban todos los miembros de la Cámara de Comercio, que tenían la obligación por ley de inscribirse en ella, siempre que manifestaran un capital mayor de 5 mil pesos.
La Cámara de Comercio se establecía entonces en el 10 y 11 Matamoros y algunos de sus miembros eran La Casa del Obrero, que ofrecía ropa, telas y calzado en el 6 y 7 Hidalgo; el Super Mercado de Ropa en el 10 y 11 Hidalgo, un espacio comercial que entonces se anunciaba como un estilo americano y donde la mercancía estaba al alcance de la mano del cliente.
La Economía, otro almacén de ropa y calzado en el 15 Juárez; Cervezas de Victoria en la Calle Allende y con teléfeno 306.
Mercantil Victoria en el 17 Hidalgo y los Funerales Arredondo en Guerrero y 11, entre otros como El Lápiz Rojo, la Distribuidora de Víveres, la Botica Victoria y la XEBJ, la voz de Tamaulipas.
La Cámara de Comercio en aquel tiempo tenía una fuerte presencia en la entidad y entre sus actividades por aquella época estaba el buscar el bienestar del comercio y por tanto de sus clientes.
Sus acuerdos veían también por la mejora a la vialidad, pues de este modo sus clientes tendrían calma para acceder a los negocios.
La ciudad era pequeña, pero para la población de entonces y las costumbres con seguridad el orden se haría necesario.
Como aquella ocasión en que los miembros de la Cámara de Comercio, decidieron visitar al inspector de Tránsito Local, Óscar Torres Delgado, para solicitarle el estacionamiento momentáneo en la calle Juan B. Tijerina (calle 8 centro), ya que la prohibición de estacionarse en esta importante arteria causaba estragos al comercio.
En aquel tiempo los comerciantes de Victoria tenían fuertes nexos con los establecimientos de la frontera y en aquella década se recibió también en la ciudad la Caravana de la Amistad, que realizaban comerciantes de Mc Allen, esa caravana viajaba por diferentes poblaciones de México con la única intención de estrechar lazos entre los comerciantes de ambos países.
La Cámara de Comercio hacía entonces peticiones a beneficio de la ciudad ante los candidatos que llegaban a la capital.
Y fue precisamente a Gustavo Díaz Ordaz, candidato del PRI a la Presidencia de la República a quien se le solicita continuar las obras para integrar el Centro Médico, Educativo y Cultural «Adolfo López Mateos», que comprendía el Centro de Salud, el Centro Médico, la Escuela Secundaria Normal y Preparatoria, la Escuela de Trabajo Social, la Clínica Dental Infantil y el Hospital Materno Infantil.
Era necesario también continuar y terminar la carretera Victoria-Soto la Marina y Victoria-San Luis Potosí y entonces ya existía la preocupación también de canalizar el agua del río San Marcos.
Los ciudadanos sabían que esta obra representaba una inversión que estaba fuera del presupuesto del Gobierno del Estado en aquel tiempo, pero también estaban concientes que los trabajos los podría realizar la Secretaría de Recursos Hidráulicos o Patrimonio Nacional.
Y fue también gracias a las peticiones de los miembros de la Cámara de Comercio en Victoria que se solicitó establecer la Universidad de Tamaulipas en esta capital.
La historia muestra el arraigo de aquellos comerciantes, la fe en la trascendencia y el crecimiento ordenado de toda la sociedad.
Ideas en muchas ocasiones de su presidente don Arsenio Saeb Félix.
