PARÍS.- La Gendarmería, responsable de las pesquisas en la montaña donde permanecen los restos del avión y de sus 150 ocupantes, han elevado el ritmo de recuperación de muestras humanas, una labor que se desarrolla simultáneamente a la búsqueda de la segunda caja negra que complete la investigación.
Alrededor de 40 especialistas trabajan en difíciles condiciones para recolectar restos humanos y otros elementos que puedan servir a la investigación.
El coordinador del rescate de los cuerpos, el coronel Patrick Touron, director adjunto del Instituto de Investigación Criminal de la Gendarmería, afirmó que cuentan ya con entre 400 y 600 restos humanos que están siendo analizados en el centro avanzado montado en la localidad de Seyne-les-Alpes.
La Gendarmería reconoció la dificultad de identificar a las víctimas del accidente aéreo en los Alpes franceses, ya que no queda «ni un solo cuerpo intacto» de las 150 personas que viajaban a bordo del Airgus A320.
La violencia del impacto prácticamente pulverizó a los pasajeros, cuyos restos ardieron posteriormente en la explosión del queroseno del aparato.




