En la democracia es esencial la defensa y protección de los derechos fundamentales para que la gente pueda gozar de un desarrollo pleno; en nuestro país se han realizado esfuerzos desde distintos frentes para acabar con las prácticas que están lastimando a la sociedad y hemos tenido avances.
Esta semana el Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) hizo entrega del Informe de Actividades 2014, en el que se explican los programas diseñados para la protección, defensa, promoción, observancia, estudio, divulgación de los derechos de las personas y para el desarrollo institucional, así como la aplicación de los preceptos constitucionales sobre derechos humanos establecidos en las reformas recientes en la materia.
El informe expone las recomendaciones que se han hecho a diversas autoridades y las acciones que se han logrado en respuesta a éstas. Asimismo, pone atención en la promoción, observancia y en las acciones emprendidas a favor de los derechos de personas migrantes, mujeres, niños y adultos mayores, personas con discapacidad, periodistas, defensores civiles de derechos humanos, pueblos indígenas, entre otros.
La CNDH ha dado atención a las víctimas del delito y del abuso de poder, brindando asesoría jurídica, atención psicológica, acompañamiento y canalización a instituciones públicas ante las autoridades correspondientes; a personas reportadas como desaparecidas, extraviadas, ausentes, fallecidas no identificadas y víctimas del delito de secuestro; ha investigado quejas relativas a personas de las que se desconoce su paradero y cuya desaparición involucra presuntamente la participación de alguna autoridad o servidor público; ha gestionado asuntos sobre beneficios de libertad anticipada, traslados penitenciarios y contra la pena de muerte de nacionales en el extranjero, así como ha protegido derechos de indígenas recluidos.
Es de reconocer también la cooperación internacional que realiza la CNDH: el trabajo conjunto que se está desarrollando con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para avanzar en la puesta en práctica de mejores políticas públicas.
Asimismo, durante este sexenio se han realizado diversos esfuerzos desde el Ejecutivo y el Legislativo, comenzando con la difusión de los derechos fundamentales y de una cultura de respeto hacia ellos, condiciones básicas para conocerlos y exigirlos. En el campo de la prevención, se puso en función el Programa Nacional de Derechos Humanos, que incorpora a los programas y políticas públicas una perspectiva de defensa y promoción de las libertades fundamentales de las personas.
En el contexto de este programa se está capacitando a los servidores públicos y se está impulsando a las entidades para que cuenten con su programa de derechos humanos. Estas acciones han permitido que del 2013 al 2014 las quejas ante la CNDH disminuyeran en un 22%; y en un 60% las recomendaciones de la CNDH a las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal.
En el ámbito legislativo también hemos dado grandes pasos: la nueva Ley de Amparo, la Ley General de Víctimas y la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, por mencionar algunas.
Lo anterior muestra que se ha estado trabajando en favor de los derechos humanos de los mexicanos y que se han tenido avances, sin embargo aún hay temas pendientes que la sociedad demanda y ante los cuales tenemos que trabajar de manera coordinada, desde el ámbito local hasta el federal y desde la ciudadanía hasta las autoridades. En la defensa de los derechos humanos todos tenemos responsabilidades, con el fin de vivir con seguridad y dignidad humana.
