ROMA, Italia.- En la misa Crismal en la Basílica de San Pedro, con la que los católicos empiezan las celebraciones de Pascuas, el Papa Francisco criticó a los sacerdotes que se muestran cansados y antipáticos.
Jorge Mario Bergoglio dijo entender el cansancio que sienten algunos prelados, pues el mismo muchas veces está agotado, pero que esto no es una justificación para tener esos comportamientos.
«Con tantas emociones, el corazón del pastor se cansa. Para nosotros los sacerdotes las historias de nuestra gente no son un boletín informativo. Nuestro corazón se deshila, se deshace en mil pedazos» afirmó el Papa argentino.
«El cansancio de los sacerdotes, ¡el cansancio de todos ustedes! Pienso mucho en ello y rezo a menudo, sobre todo porque yo también estoy cansado», agregó.
Pero, a pesar de ello, no se puede aceptar que los sacerdotes sean pastores con ‘cara de vinagre’, ‘quejosos’ ni, lo que es peor, ‘aburridos’, afirmó.
Además, dijo, tampoco es legítimo que los prelados sean vanidosos o presumidos.
«El cansancio es bueno, es sano. Es el cansancio del sacerdote con olor a oveja… pero con sonrisa de papá que contempla a sus hijos o a sus nietos pequeños», argumentó.
«Nada que ver con esos que huelen a perfume caro y te miran de lejos y desde arriba», opinó.
En su reflexión sobre los diferentes tipos de cansancio, el Papa también habló del diablo que tienta al hombre.
«El maligno es más astuto que nosotros y es capaz de tirar abajo en un momento lo que construimos con paciencia durante largo tiempo. Aquí necesitamos pedir la gracia de aprender a neutralizar: neutralizar el mal, no arrancar la cizaña», dijo.
Durante la jornada de hoy, el Papa tiene previsto también proceder con una visita en la cárcel romana de alta seguridad de Rebibbia, donde le lavará los pies a doce detenidos, seis hombres y seis mujeres, la mitad de los cuales serán extranjeros.
Esta es una tradición que el Papa continúa desde que era Arzobispo de Buenos Aires, en Argentina.