17 diciembre, 2025

17 diciembre, 2025

Festejan 192 años de la repoblación

El clima permitió que los caminantes disfrutaran sin prisa del recorrido por la avenida Hidalgo, el cual culminó frente al pórtico de la presidencia

TAMPICO, Tamaulipas.- Las manecillas del reloj marcan las 16:44 horas. Gendarmes, marinos y policías estatales apuran el paso para montar el operativo alrededor del monumento a los Repobladores de Tampico. El árbol frondoso de la plazoleta ofrece sombra para guarecerse. A lo lejos se escucha el alarido de una turba de personas que suben a pie, a caballo y en carretas, por la avenida Hidalgo. La batucada brasileña calienta el ambiente. Los altamirenses transpiran sudor y sonrisas por la llegada que emula lo que hoy (ayer), hace 192 años, sus compatriotas antiguos lograron, fundar Tampico.

El sudor se abre paso entre los poros al comenzar la caminata hasta el centro. Los alcaldes de Tampico y Altamira, Gustavo Torres Salinas y Armando López Flores, respectivamente, lideran el contingente. Tres ancianas sentadas frente a las ruinas del antiguo hospital “Doctor Carlos Canseco” miran el desfile. El palacio municipal se asoma. La banda municipal ha caminado y tocado durante 15 minutos sin parar “Tampico hermoso”.

El arribo a la plaza de Armas es aprisa. Los invitados especiales ocupan sus sillas al pie del escenario. En las últimas filas una chica de blusa amarilla lleva 20 minutos jugando Tetris en su celular. El viento despeina a las porteñas morenas y güeras de melena larguísima.

El secretario del ayuntamiento de Tampico, Juan Carlos Ley Fong, presenta a los asistentes distinguidos. Una pareja de cotorros hace bulla desde la copa de un árbol. Luego los loros vuelan a los cocoteros y bajan a una palma; allí continúan su escándalo. Los sonidos y las imágenes se mezclan con la soporífera solemnidad de la ceremonia del 192 aniversario de la fundación de Tampico.

Hace casi dos siglos que el entonces presidente de Altamira, don Juan de Villatoro, arribó a la ribera del Pánuco para fundar el llamado Tampico Moderno; el primero en territorio tamaulipeco. “Altamira es la mamá de Tampico. Madero es la nieta. Para que nadie se pelee”, afirma el cronista altamirense, Reynaldo Castillo Portes, en su -ahora síbreve intervención.

En la primera fila el doctor Jorge Jerónimo González Guerra escucha y espera paciente su turno. El hijo del médico Jerónimo González de la Garza recibirá la medalla al mérito ciudadano “Fray Andrés de Olmos. González Guerra (10 septiembre 1936) es médico ginecólogo obstetra retirado. Estudió en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL). Después dividió su vida profesional entre la enseñanza y la atención en hospitales públicos y privados de Tampico por 47 años, refiere Ley Fong entre las bullas de los loros.

“Ante el ocaso de mi vida, después de recordar el pasado, viendo el presente lleno de retos y oportunidades, deseo a los paisanos un porvenir lleno de esperanza y felicidad, como lo tuvo la generación a la que pertenecí. Bello sur de Tamaulipas fuente de talentosos hijos, llenos de querencia por el terruño”, pronuncia Jorge Jerónimo González en su discurso.

Los loros siguen su escándalo. La ceremonia termina entre selfie de funcionarios. La Big Band del maestro Jaime de la Rosa suena. Los viejos porteños bailan en la calle y las aceras. El escándalo del puerto continúa a pesar de los pesares.

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