5 diciembre, 2025

5 diciembre, 2025

Ya estuvo

Sol General

Correcaminos ya choteó. Podemos hacer un catálogo de eliminaciones y le aseguro que el equipo naranja en su colección tiene las de todas formas, sabores, contextos y escenarios posibles.

Y es que en cuareeeenta torneos disputados en la liga de ascenso- ¿a quién se le ocurrió ponerle ese nombre?, si nunca nos ha tocado ascender- el representativo de la UAT ya sabe lo que es hacer el ridículo sin calificar, entrar de repechaje, perder en esa instancia, que lo eche el colero, que lo apabulle el líder, perder ventajas, caer en finales, ser masacrado en la lucha por el ascenso, que lo saquen de último minuto, que le expulsen a jugadores claves… no sé, recuérdeme otra, ya todas las conocemos, las hemos visto y vivido de primera mano.

La afición de Victoria demostró de nueva cuenta su gran corazón, su nobleza de sentimientos, su fidelidad; y cómo no, si Correcaminos no dio ni siquiera un partido bueno en todo el torneo, mostró chispazos, hubo momentos buenos, como el primer tiempo en Zacatecas, unos minutos ante Irapuato y el arranque frente a Lobos. Eso fue suficiente para que la gente se emocionara, llenara el estadio y les fuera aplaudir a un montón de jugadores que a la hora buena se arrugaron, que la regaron, que en dos errores sepultaron esa felicidad fugaz que como llegó, se fue.

Lo peor de todo es que ya se llegó a un punto que daba miedo, que no queríamos que pasara, el peor escenario: la indiferencia.

Le apuesto que solo a un puñado que hizo el viaje a San Luis hoy puede amanecer con un dolor en el corazón por lo sucedido el sábado en el Alfonso Lastras, pero el resto ya no se sorprende, ya sabe que Correcaminos está destinado a ser el eterno perdedor.

¿Qué se rescata del torneo? Nada. Eddie Hernández se desinfló y se convirtió en un jugador que perdió el hambre, perdió los objetivos y se hizo invisible en el peor momento. Miguel Pinto, portero que pocas veces brilla, contrario a lo que se espera de un internacional y ex mundialista, en liguilla se espera sea el referente de este equipo y termina cometiendo osotes bastante caros. ¿Vale 30 mil dólares mensuales? Porque eso cuesta.

El hartazgo es evidente, alguien tiene que venir a sacudir el árbol lleno de frutos podridos, qué bueno que Manolo Campo reconoció que hasta a los directivos se les acabó el contrato, así saldrá más barato el cambio que ya urge, el que más se necesita, el desde la cabeza, donde personas con nulo compromiso cobran como presidentes y directivos, para quedar bastante lejos de los objetivos.

¿Qué se necesita para que la gente vuelva a creer? Un cambio.

Porque va a ser muy difícil que la afición regrese a las tribunas que de por si lucían desiertas el torneo que recién termina, le firmo desde hoy que de seguir igual el dizque organigrama de Correcaminos, ni siquiera las moscas se van a parar para ver jugar a un equipo que pase lo que pase durante el torneo, ya sabemos cómo terminará la historia.

Correcaminos como producto ya chafeó, suena bofo, pues le cambian el empaque pero lo de adentro sigue mal y la gente ya no lo va a comprar.

Así como lo dijo Francisco Filizola: Correcaminos está enfermo y en sus manos, ya se murió.

Se necesitan ideas nuevas, refrescar, cambiar de rostros, forma y fondo, pero urge. Hoy ninguna contratación bomba, ningún técnico payaso, nada es solución, simplemente el cambio de raíz. La gente se fastidió y hoy simplemente grita: ya estuvo.

 

 

MIL GRACIAS

El Torneo de Barrios Expreso, en su sexta edición llegó a su fin y como se ha hecho una tradición, lo logró en un marco pletórico: el Estadio Marte R. Gómez con una gran entrada, un gran ambiente y un partido digno de una final, donde El Barretal ganó de forma dramática a Dimada-Libertad para que empiece la cuenta regresiva hacia el 2016.

Jugadores, delegados, patrocinadores, árbitros, autoridades, afición y por supuesto mis compañeros de Expreso, a Daniel Ríos, Alberto Serna, a nuestros jefes, hacen que todo embone para conseguir el éxito.

No me cansaré de agradecer a personas como Manuel Corcuera Canseco, Enrique de la Garza Montoto, Pablo Martínez, Ricardo Muela, Enrique de la Garza Ferrer, Rubén David Rivera Rodríguez que respaldaron y colaboraron para que el torneo saliera a pedir de boca. ¡Nos vemos el próximo año, Dios mediante!.

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