Justo un año y algunos días después de que el Congreso Itinerante fracasara estrepitosamente en Tampico ante las protestas del Movimiento por la Paz, cuyos miembros exigían un freno a la ola de inseguridad que en ese tiempo golpeaba la zona, regresa al sur de Tamaulipas.
La sesión de los 36 diputados locales se realizará hoy a partir de las 11 horas en el Salón de Los Petroquímicos, un recinto que no es idóneo para ese tipo de reuniones oficiales ya que la acústica es pésima.
Sin duda, el auditorio del Tec de Monterrey, campus Altamira, hubiera sido mucho mejor lugar para organizar el acto legislativo, pero todo indica que Ramiro Ramos Salinas tiene muy malos asesores en todos los aspectos (por ejemplo, ¿a quién se le ocurre apoyarse con Oscar Genaro Hernández Zúñiga como operador político en Ciudad Madero? -¡¡¡caramba!!!-).
El Congreso Itinerante es la estrategia política de Ramiro Ramos Salinas, Jefe de la Junta de Coordinación Política, para recorrer la entidad y tratar de posicionarse como aspirante a la candidatura del PRI a la gubernatura del estado (según el plan que le diseñó Ricardo ‘El Negro’ Gamundi).
Ese proyecto fue puesto en marcha hace un año, pero en tierras jaibas fue dinamitado por la protesta social ciudadana encabezada el domingo 13 de abril de 2014 por Eduardo Cantú Elías, un personaje que salió a la luz pública ese día al estar a la cabeza de una caminata y posterior reclamo en el Centro de Convenciones de Tampico, sede del encuentro legislativo.
Era la última sesión ordinaria del Congreso Itinerante en Tampico, pero fue un evento mal diseñado y peor planeado por quien presume estar al frente del Poder Legislativo.
Para comenzar, la sesión comenzó casi una hora después de lo programado. Y después, en el colmo, se extendió con una serie de discursos y participaciones en tribuna que hoy, por supuesto, nadie recuerda.
Un caso: ¿Alguien se acuerda de lo que subió a decir en el podium el diputado local altamirense Carlos González Toral? Exacto: nadie lo recuerda. Eso sí: tardó un buen rato en la tribuna.
Lo mismo sucedió con el diputado local perredista, Jorge Valdez, el encargado de hacer el trabajo sucio de Ramiro Ramos Salinas. Tomó el micrófono para atacar al entonces secretario de Desarrollo Social del gobierno estatal, Homero de la Garza… mientras el Jefe de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado sonreía…
Mientras la sesión del Congreso Itinerante se extendía, los integrantes del Movimiento por la Paz caminaban rumbo al Centro de Convenciones de Tampico. Se afirma que al líder legislativo le pasaron el dato preciso de que los manifestantes se acercaban y que no hizo caso, en franco menosprecio a las consecuencias políticas de la protesta.
Luego sucedió algo lamentable: alguien tomó la decisión de cerrar las puertas del recinto, una actitud que no se puede tomar en estos tiempos de intensa pluralidad democrática y alta participación ciudadana. Claro, las puertas no duraron ni dos minutos cerradas. Tuvieron que ser abiertas para dar paso a los miembros del Movimiento por la Paz.
En el momento en que ingresaron al Centro de Convenciones los manifestantes, los diputados locales, encabezados por Ramiro Ramos Salinas, salieron por la puerta trasera. Todavía se recuerda cuando Lalo Cantú entró al salón sede y preguntó por los legisladores.
Afortunadamente, una diputada local tomó una sabia decisión: Olga Sosa Ruiz regresó al salón y escuchó con atención las airadas demandas de los integrantes de la organización. El problema de la protesta es que había una gran cantidad de militantes del Partido Acción Nacional, lo que politizó y contaminó de forma innecesaria una expresión y petición ciudadana.
Después de que Olga Sosa Ruiz retornó al sitio donde se instaló la sesión, llegó Eduardo Hernández Chavarría, que también aguantó a pie firme los cuestionamientos y, sobre todo, escuchó y dialogó con la gente del Movimiento por la Paz.
Por supuesto, Ramiro Ramos Salinas no apareció, nunca regresó. Ni siquiera se asomó. El diputado de Nuevo Laredo prefirió irse en el autobús que los trasladó a una comida. ¿Y así quiere crecer en la vida política? Pues esa no es la receta.
Un año y algunas semanas más, el Congreso Itinerante, el mismo que registró un estrepitoso fracaso en Tampico, llega hoy a Altamira, en un intento por ser la plataforma de lanzamiento de un proyecto político que sueña con la gubernatura en 2016, pero que sí acaso le alcanzará para la candidatura a la presidencia municipal de Nuevo Laredo. Nada más.
‘EL TRUCO’ NO SABE NI HABLAR
Aquí se los he comentado en varias ocasiones: César Verástegui Ostos, alias ‘El Truco’, es un personajito bastante barato que no tiene capacidad ni conocimiento para ser presidente estatal del PAN.
¿A quién se le ocurrió ponerlo en la dirigencia? Pues al senador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, cuyas decisiones son incuestionables entre sus seguidores y pobre de aquél que diga algo en contra.
En el PAN de Tampico hay fácil 5 personajes con mayor capacidad, conocimiento y habilidad para ocupar la dirigencia blanquiazul en el estado, por encima de ese ex ‘alcaldito’ de rancho venido a menos.
Ayer, por ejemplo, ‘El Truco’ se hizo bolas con sus ondas cristianas y se refirió a ‘la prostitución religiosa’, cuando el tema central era la supuesta denuncia en contra de una ex funcionaria priista de mala fama, una tal Gina -una arribista y oportunista- . Pero bueno, en el PAN también les gusta ‘inflar’ gente buena para nada. Tarde o temprano pagarán las consecuencias de tan pésima decisión. Al tiempo.
EL DIPUTADO TORAL Y SU ‘CASITA’
Carlos González Toral, diputado local altamirense, ya tiene casa en el exclusivo fraccionamiento ‘Lagunas de Miralta’. ¿Qué tal? ¡¡¡Y eso que todavía no es alcalde!!!
