8 diciembre, 2025

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Plazas con historia… y enamorados

A finales de 1878 una de las plazas más famosas era la de los Arrieros donde se reunían comerciantes y la de la Catedral que estaba enfrente del recinto religioso

CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- A finales del año 1878 Victoria contaba con cinco plazas, algunas de ellas extinguieron su luz, otras se apagan en nuestros días…

Entre ellas, la plaza a la que llamaban “de la Catedral”, por estar al frente de ese recinto religioso.

Al norte por la calle nueve estaba la plaza de Los Carreones. El nombre del área verde se debía a que una familia con ese apellido vivía al frente del espacio recreativo, así lo describía don Carmelito Tirado. Y si nos ubicamos de la plaza de la Catedral, seis cuadras al poniente encontramos la plaza de La Libertad, que hoy llamamos plaza Juárez.

En el 21 Morelos estaba la plaza de Del Pedregal y al oriente de la plaza de la Catedral estaba la plaza de Los Arrieros, que se dice con los años es el terreno que ocupó el parián y ahora el mercado Argüelles.

La plaza de Los Arrieros fue el sitio de reunión para los comerciantes de la región y con la construcción del parián se organizaron bailes de salón en el segundo piso de aquel edificio de ladrillo rojo, que también sirvió para que sesionara una de las primeras logias masónicas en Victoria.

En la década de los 60’s, las tardes se disfrutaban con otro estilo y muchos nos enamoramos del ruido de las urracas acurrucándose entre los fresnos franceses de la plaza Juárez.

Antes de que existiera el Centro Cultural Tamaulipas, la cuadra era comercial, la gente se reunía en el café Teka, ahí afuera estaba doña Angelina Acuña, con esos deliciosos tamales que entonces se iban de uno en uno para el antojo y nunca los vendió por docena.

Le seguía en fama el restaurante “Campos”, Hotel Palmas, una refresquería, la Unión de Periodistas, el cine “Terraza Obrero”, Tlapalería “Monterrey, La Farmacia Fénix, Fotografía Bañuelos, una peluquería famosa por ser ventana directa a las proyecciones de cine “Obrero” y la primer disco de Victoria “Zap-in”, que se ubicaba justo en donde hoy se encuentra el acceso de artistas en el Centro Cultural Tamaulipas.

Esta discoteca era pequeña, apenas tenía 12 por 18 metros, pero era el espacio suficiente para tomar una copa. Las desveladas en el Zap in, se bebían lentamente a ritmo de una cinta que giraba marcando el compás.

Empezaron a reunirse los jóvenes sólo en viernes, pero acabaron por organizar ahí la diversión de todo el fin de semana.

En esa época hay quienes recuerdan las ardillas saltando entre las copas de los árboles. Y por aquellos años ahí dormían las urracas…

El café Teka, era propiedad de don Tavaré Morales, se dice que cuando recibió la noticia para la construcción del Centro Cultural Tamaulipas en la cuadra que por años le otorgó el sustento a su familia, él no se opuso. Sólo pensó que sería bueno para el progreso de Victoria.

Y en esa santa paz, decidió también no volver a abrir su café en ningún otro espacio… por ello se ha vuelto el café inolvidable entre los grandes que hoy hablan de la historia en este rincón de Victoria.

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