Estamos en tiempos de campaña y los servidores públicos estamos sujetos, entre otras cosas, a las reglas sobre suspensión de propaganda gubernamental contenidas en el artículo 41, Base III, Apartado C, segundo párrafo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, las cuales tienen como propósito mantener la equidad en la contienda y evitar que los recursos públicos se utilicen para favorecer a un determinado candidato o partido político.
Sin embargo, los servidores públicos como ciudadanos gozamos de derechos políticos, de expresión, participación y asociación, mismos que pueden ejercerse plenamente con la condición que, precisamente, se respete la equidad y la imparcialidad en el uso de los recursos públicos.
Ha sido muy interesante la evolución de la jurisprudencia en la materia, pues previamente los tribunales especializados en materia electoral limitaban excesivamente la participación política de los servidores públicos en época de campaña, lo que a la fecha ha cambiado pues existe ahora un sistema menos estricto con reglas medianamente claras para el ejercicio de esos derechos.
Por ejemplo, un servidor público no puede asistir en días y horas hábiles a un evento proselitista, pero sí entre semana después de concluir su jornada laboral o en cualquier tiempo durante el fin de semana. También es claro que los funcionarios públicos no pueden hacer fraude a la ley mediante la solicitud de licencia en determinados días hábiles para hacer proselitismo, como fue resuelto por la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en el Recurso de Apelación SUP-RAP-52/2014.
Tampoco podemos detener la administración pública sólo porque hay campaña. Los servicios públicos deben seguir prestándose con normalidad e incluso las obras no deben detenerse. Lo prohibido es difundirlo a través de propaganda gubernamental como mecanismos de proyección pública de determinados personajes o partidos, que vulnere los principios de equidad e imparcialidad.
Los servidores públicos debemos tener claro qué podemos y qué no podemos hacer durante los procesos electorales, especialmente en la etapa de campaña, ya que pudiéramos incurrir en violaciones a la ley o dejar de ejercer nuestros derechos políticos.
Tenemos un doble papel que cumplir en la sociedad: ejercer con pulcritud el cargo que se nos ha encomendado y participar abiertamente en la vida política de nuestra comunidad, respetando puntualmente las limitaciones que establece la ley.
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