28 diciembre, 2025

28 diciembre, 2025

No va a pasar nada

Catalejos

La ocurrida ayer es una de esas tragedias que cimbran a la sociedad, generan encendidos debates, señalamientos y promesas.

Diez obreros de Valle Hermoso perdieron la vida en un choque del autobús en que viajaban contra un camión doble remolque que supuestamente invadió su carril.
Las imágenes son elocuentes: el autobús rotulado con el nombre de la maquiladora Invamex convertido en chatarra tras el encontronazo.

Los cuerpos de los obreros tirados sobre la carretera.

Todo apunta a que la responsabilidad es atribuible al chofer del camión, lo cual nos lleva a reflexionar una vez más sobre las condiciones en las que circulan miles de automovilistas todos los días por las rutas de País. Otra tragedia causada por una unidad de transporte de carga.

Otra buena oportunidad para que los responsables del transporte ahora sí pongan orden de verdad. Si se propusieran cumplir la ley con severidad, serían muchas vidas las que se salvarían.

Pero también vale la pena reparar en la situación de los 10 obreros que ayer salieron de su casa para trabajar y ya no regresaron.

Se trata de operadores de una fábrica de productos metálicos que se encuentra en Reynosa.

Todos los días, un autobús los recoge en Valle Hermoso para viajar hasta aquella Ciudad.

¿Por qué aceptar un empleo que implica ese traslado diario? Porque en la región el trabajo escasea. ¿Por qué las maquiladoras de Reynosa reclutan personal de otras ciudades? Porque ahí la mano de obra se abarata por la falta de oportunidades.

Es la ley del mercado en la que no todos ganan.

Una tragedia por donde se le mire.

No hace falta ser especialista para deducir que el autobús en el que eran transportados se encontraba en pésimas condiciones. Como los cientos de «micros» que se mueven todos los días en nuestras ciudades; una sencilla prueba de seguridad, debería impedirles transportar a seres humanos.

Otra vez, la pelota está en el campo de la Secretaría del Transporte…pero en esta ocasión también la Secretaría del Trabajo y Previsión Social tendría que sentirse aludida.

Claro, también habrá que ver qué opinan sobre el accidente los líderes sindicales que —según cientos de quejas de los mismos obreros— mantienen en el olvido a sus agremiados.

En fin, son temas que seguramente escucharemos con recurrencia durante los próximos días.

Vendrán las condenas, las promesas de que ahora sí se aplicará la ley y se castigará a los responsables.

Lo triste es que el desenlace ya nos lo conocemos: no ocurrirá nada significativo. Pasará el tiempo y todo volverá a la «normalidad» hasta que otra tragedia como la de ayer nos golpee en la cara.

Ramiro en Matamoros

El presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso, Ramiro Ramos Salinas, ayer estuvo en Matamoros para acompañar a «Chuchín» de la Garza. El Diputado aspira a la Gubernatura, ni duda cabe; por ello, el experimento resultaba interesante: a final de cuentas estaba ingresando al territorio de otro serio aspirante que cuenta con el apoyo de buena parte de la clase política local.
A Ramiro no le fue mal, pero tampoco regresó a casa con mucho para presumir.

Comentarios: mdominguezf@gmail.com

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