CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- La Sección 30 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) se ha apropiado de edificios, terrenos, fincas, y camionetas con un valor cercano a los 63 millones de pesos, en tanto que la lucha por los derechos de los maestros en Tamaulipas fueron sepultados por un desmembrado ‘liderazgo’.
Mientras que el sindicato es institución millonaria, el 80 por ciento de los 60 mil maestros que de acuerdo al INEGI laboran en Tamaulipas, viven en condiciones difíciles y pobres económicamente, y están maniatados para manifestarse contra una política errática que encabeza Rafael Méndez Salas, secretario general de la Sección 30 con licencia.
A través de sus aportaciones al sindicato, los 50 mil docentes de Tamaulipas han comprado bienes inmuebles, que incluyen oficinas operativas, fincas y ranchos que son sólo para el disfrute de unos cuántos o los que ordene Méndez Salas.
De acuerdo al dictamen de la auditoría realizada por la contadora pública Eulalia Cárdenas Gil, los bienes del sindicato en Tamaulipas ascienden a 62 millones 801 mil 610 pesos, con 58 centavos.
Según el documento, la Sección 30 tiene 15 bienes inmuebles infraestructura valuados en 49 millones 712 mil 172 pesos con 45 centavos.
Entre los edificios está la sede actual de Sección en la colonia Del Maestro, el antiguo edificio en el 15 y 16 Morelos, el edificio del SARTET, la nueva adquisición donde antes era Agroasemex, la casa del maestro en Tampico y en Victoria, y las coordinaciones de las sedes regionales.
Pero además de edificios operativos, el sindicato en Tamaulipas cuenta con propiedades para disfrute de la élite, como una finca campestre, un terreno con construcción para reuniones exclusivas en el ejido El Olivo y otros predios similares distribuidos en el estado.
Aunado a bienes inmuebles, el sindicato en Tamaulipas tiene muebles valuados en 13 millones 89 mil 438 pesos con 13 centavos, entre los que destacan una flotilla de camionetas Suburban, y modelos menores para uso de los integrantes del comité, mobiliario, equipo de administración y software.
El secretario general, con licencia, de la Sección 30 del SNTE, Rafael Méndez Salas, quien recibe un salario cercano a los 60 mil pesos, aunado a ingresos que le ofrece el sindicato por encima de los 80 mil pesos, ha señalado que los bienes pertenecen al sindicato, aunque el control lo tiene él y sólo permite que sus más cercanos colaboradores tengan acceso a ellos.
Un maestro que da clases en Miquihuana o en San Carlos, no se le permite disfrutar de ninguna de las instalaciones o se les prohíbe el paso si pretende ingresar a una instalación recreativa.
Algunas de las propiedades e instalaciones se compraron con recursos propios de los maestros en Tamaulipas y que han forjado a lo largo de 70 años de la lucha del sindicato.
Se aseguró que todos los datos están trasparentados, pero sólo los de origen público que es obligación del gremio, es decir, la cuestión de lote de carros y de edificios, entre otras cosas.
En septiembre del 2012, cuando tomó protesta como Secretario General de la Sección 30 del SNTE en Tamaulipas, Rafa Méndez prometió que su sindicato sería transparente y aunque ahora la ley lo obliga, el desmedrado líder sindical traicionó a las bases del gremio al esconder el manejo de los recursos económicos.
Durante una búsqueda de información en donde el SNTE está obligado a ‘subir’ información en el «Observatorio nacional», es imposible encontrar la información que justifique la transparencia que siempre ha presumido uno de los ‘líderes’ sindicales que más críticas y señalamientos ha recibido de la base sindical como es Rafael Méndez Salas.
Sobre las fincas y terrenos para reuniones de élite, la información sigue resguardada por el gremio magisterial, con ‘candados’ magisteriales para evitar que alguien pretenda actuar en contra de Méndez Salas.
Cabe hacer mención que a nivel nacional, el sindicato de maestros tiene al menos 651 inmuebles distribuidos en todo el país, siendo Tamaulipas uno de los estados más beneficiados.
El valor nacional del sindicato es de 19.3 millones de pesos, con lo que se ha comprado unidades habitacionales, gimnasios, hospitales, granjas, farmacia, tiendas, velatorios y hasta panteones.
