Durante toda la campaña electoral de María Elena Figueroa Smith, el senador Francisco Javier García Cabeza de Vaca sólo visitó Tampico una sola vez o, al menos, en una sola ocasión hizo una aparición pública junto a la candidata del PAN a la diputación federal por el Octavo Distrito.
Esa escena se registró el sábado 16 de mayo, cuando el ex alcalde de Reynosa ofreció una rueda de prensa junto a la aspirante a diputada federal, en el comité municipal de Acción Nacional. Ahí estuvo también Germán Pacheco Díaz.
La ausencia del senador panista en tierras jaibas cuando más lo necesitaba la candidata a la diputación federal por el Distrito Ocho llama muchísimo la atención, ya que semanas antes del arranque de la campaña electoral el legislador visitaba Tampico con suma frecuencia. Incluso, aquí pasaba fines de semana completos.
¿Por qué Cabeza de Vaca dejó de estar en tierras jaibas justo en el momento en que más se requería su presencia? ¿Por qué era tan necesario para el PAN que el senador hubiera estado más tiempo en Tampico? Por una simple razón: María Elena Figueroa Smith fue una candidata que nunca terminó por posicionarse en el mercado electoral porteño.
Así lo indican todas las encuestas que se aplicaron (las profesionales, las medio ‘derechas’ y las ‘patito’): la aspirante blanquiazul nunca pudo darse a conocer entre los electores jaibos. Si bien su porcentaje de conocimiento creció durante la actividad proselitista, el incremento nunca fue espectacular.
Por esa razón, ante una candidata que nunca ‘prendió’ con su campaña, muchos azules esperaban con ansiedad la aparición de su máxima figura: el senador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, a fin de darle puntos porcentuales en los sondeos a una aspirante que cometió varios errores de imagen y ‘marketing’.
Aunque se afirma que en esta semana (o fin de semana) aparecerá en terruño jaibo el senador reynosense para tratar de rescatar a María Elena Figueroa Smith, todo indica que es demasiado tarde para levantar la figura de la dama blanquiazul.
Y ojo: María Elena Figueroa no es una mala persona. Ni siquiera es una mala candidata. Lo que pasa, en esencia, es que éste no era el momento indicado para que fuera lanzada en pos de la diputación federal por el Octavo Distrito.
Me explico: el PAN cometió un error político al elegir, en proceso interno, a una aspirante que todavía no ‘cuajaba’ a nivel político, con una trayectoria que apenas se remontaba a 5 años atrás, con una candidatura fallida y un breve paso por la administración pública municipal… donde su jefe era… ¡¡¡su esposo!!!
Al grano: la carrera de María Elena Figueroa todavía no maduraba. Por tanto, los ciudadanos tienen poco conocimiento de sus acciones en el servicio público o de su actividad privada. Se reitera: no era el momento para que fuera electa candidata a una diputación federal, un cargo que requiere, por lo menos, de cierta experiencia política para ir a un Congreso donde conviven 500 ‘gallos’.
Es el caso del panista Germán Pacheco Díaz: su experiencia data de la primera gestión panista local con Diego Alonso Hinojosa (su ex jefe político) donde fue funcionario en Tránsito. Luego fue regidor, una experiencia que, si es aprovechada, ofrece rendimientos políticos a futuro. Y fue delegado de la Zona Norte, sin olvidar su paso como empleado en una Administración Portuaria Integral.
En otras palabras, Germán Pacheco ya tenía un recorrido en el quehacer público, además de que es un operador político al interior de Acción Nacional y, por tanto, conocedor del terreno electoral y de la movilización de estructuras.
Esa simple comparación, entre el actual diputado federal, de extracción panista, y su propia elegida (porque Germán Pacheco la impuso), María Elena Figueroa Smith, comprueba que la aspirante blanquiazul llegó a la competencia que no era el mejor momento para ella.
Ella tenía que esperar, pero… su grupo, ‘el cabecista’, la trepó al ring y, para comenzar, nunca pudo ubicarse en los sondeos. Por supuesto, la aspirante panista todavía podría dar una ‘sorpresa’, la que se antoja muy difícil, pero entra en el terreno de las posibilidades hasta que el reloj marque las 6 de la tarde del domingo 7 de junio.
Por cierto, otro ‘personaje’ del blanquiazul que prácticamente nunca apareció en Tampico fue el presunto presidente del PAN en Tamaulipas: César Verástegui Ostos, mejor conocido con el descriptivo y preciso alias de ‘El Truco’.
Al mentado ‘Truco’ sólo se le recuerda una aparición pública, en una rueda de prensa vespertina. Se sabe que anduvo por la zona sur el pasado fin de semana, en una cena en la que estuvo presente el equipo compacto de Germán Pacheco Díaz.
¿Por qué nunca apareció César Verástegui Ostos para apoyar a María Elena Figueroa en Tampico? ¿A poco no se les hace raro? Se entiende que el senador Cabeza de Vaca apostó todo su capital político a ganar Reynosa y sacar adelante a su hermano Ismael, pero ¿por qué ‘El Truco’ se perdió en tierras jaibas? ¿Habrá que pensar mal para acertar?
LA FRASE DE ARTURO ESCOBAR
Más preguntas, pero ahora en otro escenario: ¿Por qué Arturo Escobar y Vega, coordinador de la fracción parlamentaria del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), repitió en varias ocasiones el pasado viernes en Tampico que ya le estaba gustando que ‘El Tucán’ fuera solo, es decir, sin alianza, en las elecciones en Tamaulipas?
¿Cuál era el fondo del mensaje? Todos afirman que el PRI y el PVEM van a ir juntos en el proceso electoral de 2016, pero… ¿y si no es así?
Por cierto, se afirma que los azules andan buscando a los verdes para platicar sobre lo que viene a nivel estatal. ¿Será? El próximo año pinta candente.




