TAMPICO, Tamaulipas.- ¿Qué hago con esto? dice un anciano que agita la boleta con la mano derecha. Tiene que rayarla allá, adentroresponde la presidenta de casilla y le señala la mampara. ¡Ah!, si, tacho lo que me dijeroncontesta el hombre, da la vuelta para cumplir la tarea prometida. Son las 8:48 horas, en la colonia Solidaridad, Voluntad y Trabajo de Tampico, conocida como La Borreguera, la jornada electoral comenzó puntual. El sol sale pletórico. Mujeres y hombres resisten los rayos de pie en el patio de la escuela primaria “Artemio Villafaña Padilla”.
Por la mañana el proceso del voto es similar al de una maquiladora. Entre una mujer, tarda 10 segundos y sale. Entra una joven, tarda 8 segundos y camina hacia a la urna. Entra una abuela ayudada por un joven, tarda 50 segundos, avanza lentamente hasta depositar su voto en la caja de papel.
En las largas filas se habla un lenguaje cifrado; los nombre de los diputados se transforman en direcciones: arriba a la derecha, arriba a la izquierda, son las que se repitan constantemente. Un puñado de mujeres camina hacia la calle diciendo arriba y a la derecha por ese vote. La industria del sufragio se consuma en la sección 1310.
A la vuelta de la casilla, en la calle Camboya, cinco policías de la Fuerza Tamaulipas vigilan el paso de los peatones y los automóviles. Apenas pasa una hora de que empezó la votación. Los electores caminan en manadas de 15, 20 y hasta 30 integrantes. Adelante de los grupos una mujer o un hombre, especie de pastor electoral, ordena el momento de unirse a la fila.
En la sección 1342 las caras infantiles de los funcionarios de casilla contrastan con la de los representantes de los partidos políticos. Cuiden que los votos los echen a la urna que les toca, les exige en tono de regaño una de las representantes de la casilla contigua. El sol apunta directo sobre la escena del voto. El sudor de multiplica. Los votos caen en cascada. Las manos chocan y las sonrisas se comparten.
La mímica del sufragio se repite en la colonia Nuevo Amanecer, a pocos metros de la laguna El Chairel. En la casilla de la sección 1380 sólo cambian los colores. Las indicaciones se escribieron en cartulinas blancas con plumón azul. Aquí no hay manadas; los votantes aparecen de tres en tres, en parejas o solos. El poco flujo provoca bostezos en los representantes panistas y risotadas en el priista.
Comienza la tensión.
A media mañana la jornada se convierte en un pozo seco. En las casillas de Lomas de Infonavit, los ciudadanos acuden a sufragar con un gesto, parecido al de un niño que se niega a ir a la escuela. La poca afluencia da oportunidad a que los representantes coman una torta de jamón y beban un refresco. El ambiente parece relajado hasta que por la calle Márquez de Guadalupe un convoy de 3 camionetas de las fuerzas estatales se detiene para charlar y cambian de dirección velozmente.
En la dirección de Seguridad Pública de Tampico se escuchan ráfagas de metralleta. Los funcionarios y votantes cercanos al centro de Tampico y de la colonia Del Pueblo escuchan disparos y más disparos y otra serie más. Los sonidos parecen ser de un enfrentamiento. Los ciudadanos que se encuentran en las secciones 1467 y 1468 ven a un hombre herido. Las mujeres y hombres caen en shock. El tiroteo entre un grupo de delincuentes y personal de la Secretaría de la Defensa Nacional y la Fuerza Tamaulipas concluye.
En la sede del Junta Distrital 8 del INE, el consejero presidente Juan José Ramos Charre, advierte del suceso a los integrantes del órgano electoral. Los representantes de Movimiento de Regeneración Nacional y Acción Nacional, Juan José Ordóñez y José López, respectivamente, consideran que este hecho afecta en la intención de los votantes. El panista afirma que el enfrentamiento beneficia al PRI. El representante priista, Ricardo Ramírez, rechaza este comentario. “La ecuación balacera más menos votos no da como resultado a triunfo del PRI”, dice.
el Cierre futbolero.
La avenida Miguel Hidalgo es un cementerio. Los estacionamiento de los restaurantes lucen repletos de automóviles. El árbitro ya pitó el arranque del partido Brasil contra México. El equipo tricolor juega en territorio carioca. Las familias se guardan en sus casas y sacan las cervezas del refrigerador. El ambiente en las casillas se apacigua. Las urnas se llenan de aire. La maquiladora de votos baja la producción.
Contrario al horario de apertura, a las 18:00 horas los funcionarios concluyen la votación. “Estamos al cien. Tranquilo; todos cooperando. Vamos a ganar”, declara y sonríe la lideresa priista Doña Ricarda. Una hora con 15 minutos después del cierre la primera casilla llega al INE. El resultado es un presagio; 104 votos para el PRI contra 54 sufragios para el PAN. La máquina del voto está de regreso rumbo al 2016.
