No es nuevo en Gustavo Cárdenas Gutiérrez sus derrotas, ya son la constante en sus participaciones ante las urnas y la amenaza de movilizaciones, menos; el candidato del Movimiento Ciudadano simplemente tiene un grave problema: no sabe perder.
Así es mis queridos boes, ayer en Victoria, cabecera del V Distrito Electoral federal, Gustavo enlistó toda una serie de supuestas irregularidades, que leídas tal cual serían sumamente graves, pero la realidad es que sólo están en la cabeza de Gustavo, al que les apuesto que en unos meses veremos sentado departiendo con los que ahora amenaza, a los que baña en descalificaciones.
Les diré la historia, que los que tenemos más de 40 hemos visto en Gustavo ya cuatro veces, en dos de ellas cuando compitió por la gubernatura el ex priista, ex panista amenazaba con incendiar Tamaulipas bajo el eslogan de la ‘revolución de la esperanza’.
No pasó nada, porque las ventajas que le sacaron, primero Tomás Yarrington y luego Eugenio Hernández eran tan contundentes y sus pruebas de fraude tan falsas que mejor negoció, como apunta la voz popular.
Le habrían dado un buen montón de millones de pesos, sus negocios a la alza y la relación con los gobernantes en turno inmejorables.
Hace dos años, la tercera versión del mismo cuento, Gustavo fue derrotado por Alejandro Etienne Llano, gritó, amenazó, pero al final como en las otras dos ocasiones, cedió. Al poco tiempo bien amigo de todos, sonriente y afable, mientras sus seguidores seguían haciendo bilis.
Ayer, ya decía, vino la cuarta versión del mismo cuento, según él hay golpeados, amenazados, desaparecidos y llama a defender una victoria que fue derrota y contundente, por más de diez puntos porcentuales.
Igual que en las otras ocasiones, el berrinche será pasajero, más ahora que de todas formas va a ir a parar a San Lázaro, porque encabeza la lista de los candidatos plurinominales por la segunda circunscripción.
Gustavo hoy sólo está fintando, porque sabe que si no hace borlote algunos de sus seguidores se le podrían voltear.
Hay que recordar que en sus filas, Gustavo contrató y de alguna manera adoctrinó, a varios personajitos violentos. Lo vimos cuando intentaron hacer gresca contra los seguidores de Miguel González Salum, los hemos visto en videos ofensivos contra las mujeres, hay fotos de algunos de los chavos del naranja inhalando solventes.
Ojo, no digo que todos los seguidores de Gustavo son como los que describo arriba, en sus filas hay gente muy honorable, educada y con vocación democrática, pero la turba que les menciono existe y es la que en el discurso de Gustavo encuentra la gasolina que requiere para incendiarse.
Pero reitero, no va a pasar a mayores, Gustavo será diputado federal, vendrá de vez en cuando a Tamaulipas, sus negocios pronto irán otra vez viento en popa, sus cuentas bancarias estarán rebosantes y muchos de los que le creyeron se quedarán con la amargura de la derrota que ni siquiera es de ellos.
Gustavo ahora hace lío, porque una cuarta derrota en las urnas, le resta muchas posibilidades de volver a espantar en una nueva cita allá en el 2016 cuando quiere volver a aparecer en las boletas electorales, ya sea como candidato a la gubernatura por tercera ocasión o a la alcaldía de Victoria.
Sí, Gustavo ha competido cinco veces, sólo la primera vez ganó, su victoria despertó conciencias, allá cuando el que escribe apenas rebasaba los 20 años, y se convirtió en alcalde de Victoria, pero una pésima administración le negó el triunfo subsecuentes citas con la urna.
Por supuesto que Gustavo ha sido ya diputado local, diputado federal y senador, pero ninguna de esas posiciones las ganó, se las obsequió su ex partido.
Hoy va otra vez como plurinominal, el año que entra lo veremos intentando nuevamente lo que parece se le negará a cada intento. Veremos.
Confirmado el carro completo…
Ayer al completarse el cómputo de actas, quedó claro que el PRI arrasó. También está claro que en el PAN estatal han tomado la derrota con profesionalismo.
César Verástegui, el dirigente dijo ayer que el resultado adverso les obliga a la reflexión, a la toma de decisiones, a la autocrítica.
El propio Francisco Javier García Cabeza de Vaca dijo en Reynosa que la derrota los obliga al cierre de filas y el análisis entre los liderazgos.
El senador insistió en que no ha abandonado su empeño en lograr la alternancia en el poder estatal.
Y sobre esto último he leído muchos ‘análisis’ que dicen que Cabeza está fuera de la jugada, que no podría ser candidato y demás. Supongo que en política nada es para siempre, como no lo fue la derrota para el PRI que en dos ocasiones fue vapuleado por los azules y en una tercera (el domingo) se lleva el carro completo.
Es obvio que en el PAN tendrán que hacer mucho más que sentarse a platicar los tres grandes aspirantes a la gubernatura, porque hablar no sería suficiente, van a tener que hacer compromisos serios, si es que el año que entra quieren dar la batalla; si no es así, el PRI puede desde ahora ir cantando victoria.
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