TAMPICO, Tamaulipas.- Una mecedora, una mesa de plástico y una cama individual, han sido sus fieles compañeros en los últimos años; un plato, un vaso y una silla evidencian su soledad. Su familia le restringe el alimento para que no haga del baño más de una vez pues no tiene agua potable y se va a ensuciar. No hay luz y hay moscos. La puerta se abre por las mañanas para que su hermana haga el aseo del cuarto y Micaela Rodríguez sigue cautiva desde hace varios años.
“Sí le dejan algo de comida, dos salchichas o tres tacos de frijoles en todo el día. Le limpian el cuarto, pero los familiares no se la llevan”. Una denuncia anónima señaló las condiciones de abandono de Micaela, una mujer de aproximadamente 40 años que vive encerrada en un cuarto ubicado en la calle Gochicoa, en la colonia Del Pueblo, en donde una puerta metálica marca la diferencia entre su vida y el mundo real.
“No tiene luz ni abanico, hace mucho calor por las noches porque el techo es de lámina y no hay agua potable. Hay muchos zancudos y no son condiciones ideales para que ella viva”, señaló una vecina. Es una niña encerrada en un cuerpo adulto, le gustan el refresco y las papitas, quienes pueden la ayudan, otros más se quedan observando cómo la mujer pasa su vida encerrada. Su familia decidió dejar de hacerle compañía pues para ellos Mica está mejor ahí sola y encerrada, con poca comida y sin agua potable, sin abanico, sin tele, sin nadie que la atienda y la ayude a cubrir sus necesidades básicas. Algunos vecinos la asisten con comida o agua potable.
“Si se pone mala cómo la ayudamos, si ella está encerrada y no puede hablar bien. Tiene una hermana que viene a limpiar el cuarto y a bañarla pero la dejan sola siempre”, señaló.
