EL MANTE, Tamaulipas.- El conflicto de productores cañeros de El Mante y Xicoténcatl motivado por la falta de pagos del Grupo Sáenz, se mantiene «trabado» al no existir respuesta alguna por parte de los industriales que les deben a los campesinos más de mil 600 millones de pesos.
Durante más de una semana, representantes cañeros de ambas zonas de abastecimiento –las únicas de Tamaulipas– han negociado sin obtener ninguna respuesta favorable por parte de los dueños de la industria quienes les tomaron su cosecha de caña, produjeron azúcar, la vendieron y no les pagaron a los campesinos por el producto entregado.
«El conflicto sigue igual, no existe ninguna respuesta por parte de los dueños de ambos ingenios, ya intervino mucha gente pero no hay ninguna respuesta favorable hacia los productores» afirmaron campesinos del vecino municipio.
Afirmaron que campesinos de El Mante, Xicoténcatl y Tamazula en Jalisco, atraviesan por la misma situación, debido a la irresponsabilidad de personas del Grupo Sáenz que una y otra vez han prometido pagar adeudos de dos zafras continuas y no han cumplido.
«De muchas formas se les ha pedido cumplir con estos pagos, no hemos obtenido ninguna respuesta favorable y la situación es cada vez más complicada, ya sin ningún tipo de actividad y ningún flujo de dinero, lo que afecta de forma directa a 5 mil familias, pero que daña a la economía de por lo menos cuatro municipios de esta región de El Mante», añadió.
La esperanza:
el gobierno
Por su parte, el también el integrante de la organización de cañeros CNPR de El Mante, César Carreón, dijo que están a la espera de que intervenga la Sagarpa y les ayude a conseguir en anhelado pago de adeudos de los industriales del consorcio Sáenz.
«Al parecer el próximo martes se reunirán la Sagarpa, Secretaría de Hacienda y Economía y de ahí saldría un acuerdo que nos beneficie, es lo que sabemos y estamos a la espera de que suceda», agregó.
Refrendó lo dicho por su dirigente Juan Torres Rodríguez, en el sentido de que el conflicto tenderá a agravarse en el rubro social, ya que los campesinos entraron a meses de inactividad por el fin de la zafra.




