MÉXICO, D.F.- Cerca de 10 mil personas se dieron cita la noche de este viernes en el Auditorio Nacional para cantar con Alejandro Fernández en su gira Confidencias World Tour.
Vestido de un traje gris y negro, el intérprete apareció en el escenario a las 20:51 horas, y, acompañado de nueve músicos, entonó «Cóncavo y Convexo». A lo largo del show, los chiflidos y gritos que recibió del público no pararon.
«Nos la vamos a pasar bomba», aseguró el cantante, quien pidió al público olvidar los problemas que tuvieran.
La producción del concierto incluyó paneles de luces que se movían por el escenario y tres pantallas, más dos del propio auditorio, que presentaban al cantante y sus videos.
Con «Canta corazón», una buena parte del público, que había permanecido sentada hasta entonces, se animó a levantarse y bailar.
Tras ausentarse brevemente después de interpretar «Si Tú Supieras», El Potrillo reapareció con un traje charro de bordado rojo y con sombrero. Los piropos se intensificaron.
Aunque la interacción del artista con los presentes se limitó principalmente a tomar la mano de algunas fans y saludar a diferentes secciones del auditorio, una niña tuvo suerte, pues no sólo se le permitió subir al escenario mientras Fernández cantaba «Qué lástima», sino que éste la abrazó y le dio un beso.
«¿Vienen a cantar? Pues espero que sea con ésta», dijo El Potrillo antes de comenzar «Como quien pierde una estrella», tema con el que se despidió en falso.
Ante los entusiastas gritos de «otra, otra», el intérprete regresó al escenario y cantó un popurrí con canciones de su padre Vicente Fernández.
Mientras su banda tocaba un «reprise» de » «Como quien pierde una estrella», se despidió ya definitivamente, a las 23:13 horas.
