CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- El número de tamaulipecos que requieren tratamientos sustitutivos de las funciones de riñón como la diálisis o hemodiálisis va en aumento, lo que implica para la Secretaría de Salud un gasto anual de 25 millones de pesos, ya que el Seguro Popular no cubre los padecimientos de insuficiencia renal en población mayor de 18 años.
El subsecretario Estatal de Calidad y Atención Hospitalaria, Américo Villarreal Anaya, dijo que la dependencia tendrá que abrir turnos de servicio los fines de semana para poder atender la creciente demanda.
La infraestructura de equipos es de alrededor de 30 máquinas de hemodiálisis que dan servicio a un promedio de 400 pacientes por semana en el Estado, pero se estima que hay unos 800 pacientes más que son atendidos por instituciones como el Seguro Social y el ISSSTE.
Las causas más comunes que provocan la enfermedad renal crónica en los adultos son la hipertensión y la diabetes; en los niños la principal causa son las malformaciones congénitas y en los jóvenes las enfermedades inmunológicas.
Las primeras etapas de este padecimiento no muestran signos o síntomas, por lo que es considerada una enfermedad silenciosa debido a que una persona puede perder hasta el 90 por ciento de la función renal antes de presentar algún signo.
Según estimaciones del IMSS, ISSTE y la Secretaría de Salud, hay unas 300 mil personas que padecen diabetes e hipertensión, lo que augura que la cifra de enfermos renales irá en aumento en los próximos años.
Villarreal Anaya precisó que el incremento real está en relación al número mayor de diabéticos e hipertensos que hay en Tamaulipas, debido a los estilos de vida sedentarios y malos hábitos alimenticios.
Otra implicación para los enfermos renales es que en algún momento van a requerir un trasplante de riñón y tendrán que formarse en una fila de 20 pacientes que ya están a la espera de un donante.
Los servicios de que dispone la población para los tratamientos sustitutivos renales están en 9 unidades hospitalarias de Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros, Victoria, Mante, Tampico y Madero.
Ya en porcentaje menor porque no todos requieren hemodiálisis, acuden a las 6 unidades hospitalarias que cuentan con capacidad de otorgar el servicio en Nuevo Laredo, Matamoros, Victoria y Tampico, a las que se sumarán cinco máquinas más que entrarán en operación en el Hospital General de Reynosa.
Agregó que instituciones como el IMSS e ISSTE tienen sus propios servicios para atender la demanda de pacientes con falla renal, y el problema es tal que para el Seguro Social representa el 60 por ciento de su gasto en el rubro de atención hospitalaria.
La doctora Francisca Padilla Espinoza, nefróloga de la delegación del IMSS en Tamaulipas, informó que de enero a junio de este año, un total de 3 mil 956 derechohabientes fueron beneficiados con aproximadamente 29 mil 025 sesiones de hemodiálisis, en cinco hospitales y tres Unidades Médicas de Atención Ambulatoria (UMAA), que operan en Madero, Mante, Victoria, Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo.
La demanda es abrumadora por lo que el tratamiento se realiza en tres turnos (matutino, vespertino y nocturno) incluyendo sábados y domingos, con el propósito de que los pacientes puedan reincorporarse cuanto antes a sus actividades cotidianas, dijo.
Explicó que los pacientes con diabetes e hipertensión arterial tienen un alto riesgo de padecer insuficiencia renal crónica, enfermedad que se caracteriza por la incapacidad del riñón para eliminar las toxinas que genera el organismo.
“Por lo que el tratamiento sustitutivo al riñón, es la hemodiálisis, que es un procedimiento en el que la sangre es extraída del cuerpo por medio de un catéter para que circule por los filtros de una máquina y regrese al organismo libre de dichas sustancias tóxicas”, detalló la especialista del Seguro Social.
