MATAMOROS, Tam.-Un estudiante de la Facultad de Pedagogía de la Universidad Nuevo Santander originó una carambola por “volarse” la luz roja de un semáforo y por conducir en estado de ebriedad.
Tras el fuerte encontronazo su acompañante quedó prensado en el vehículo, por lo que fue necesario la presencia de los cuerpos de rescate para que lo liberaran y posteriormente lo trasladaran al hospital civil de la Ciudad.
Uno de los afectados también salió lesionado y tuvo que ser canalizado de emergencia a una clínica particular.
El múltiple accidente fue a las 00:42 horas de ayer, en el transitado crucero ubicado en la avenida Pedro Cárdenas, con calle Longoria.
El universitario Sergio García Ramos, de 24 años, residente de avenida Roberto Guerra, 246, de la colonia Playa Sol, fue detenido por los elementos viales y encarcelado.
Estaba al volante de una camioneta Chevrolet, Tracker, 2001. Lo acompañaba Cristian Alberto Pérez González, de 16 años, residente del mismo domicilio, un preparatoriano quien resultó prensado.
Elementos de Protección Civil le proporcionaron los primeros auxilios y los del Heroico Cuerpo de Bomberos utilizaron las “quijadas de la vida” para sacarlo del Tracker. Luego fue trasladado al Hospital General Dr. Alfredo Pumarejo, en una ambulancia de la Cruz Roja. Presentaba heridas cortantes en el rostro y una posible fractura en el pie derecho.
Elementos de la Policía Vial señalaron como responsable a Sergio García Ramos; circulaba sobre la avenida Pedro Cardenas y al llegar a la Longoria se pasa la luz roja del semáforo y provoca ser impactado por un auto Chevrolet, Malibu, 1997, conducido por Miguel Ángel Báez, de 18 años, con domicilio en la colonia Santa Elena.
El Malibu fue proyectado contra un Mercury, Milán, 2008, que hacía alto sobre la Longoria y manejado por Jorge Luis Manzano Mandujano, de 20 años, con domicilio en la calle Soldadores, 89, de la colonia Obrera, quien resultó policontundido y fue hospitalizado en una clínica particular.
Cabe mencionado que los autos involucrados en el percance quedaron muy dañados.
Al realizarle la prueba de alcoholemía, Sergio García Ramos salió con segundo grado de ebriedad.