20 diciembre, 2025

20 diciembre, 2025

Laberintos del poder

Una obra y un magnate

Laberintos del poder

Algo raro sucede en Tampico.

Una contingencia que podría convertirse en crisis, es el resultado de un aparente conflicto entre intereses empresariales y políticos, que en forma desafortunada podrían impactar en el interés común.

Por lo menos es la percepción que registran algunos sectores en ese puerto, tanto en el círculo de la iniciativa privada como en el del quehacer público.

Eduardo Vela, uno de los constructores tamaulipecos con mayor protagonismo en la obra gubernamental en el Estado desde hace por lo menos 20 años, es hoy también actor principal de un hecho inesperado: la inminente interrupción –hay quienes dicen que ya sucedió– de la construcción de una de las obras que son compromisos del presidente Enrique Peña –que él mismo vendrá a inaugurar a Tampico– como lo es el hospital general “Carlos Canseco”, a cargo de la empresa ARyVE, en la cual el industrial es socio. Y principal.

La causa no es una trivialidad. De acuerdo a versiones extraoficiales de ejecutivos del consorcio, casi cien millones de pesos no han llegado como pago parcial programado a las arcas del mismo. Las causas verdaderas de este retraso federal sólo los involucrados las conocen, aunque al respecto se tejen mil versiones.

Tiene razón quien piense que esas circunstancias son sobrado argumento desde la visión empresarial para no continuar ese frente de trabajo o por lo menos hacer una pausa, pero también es comprensible la extrañeza de otros observadores colaterales sobre una decisión de esa naturaleza, por el perfil de Eduardo “Lalo” Vela, quien ha sido y sigue siendo uno de los fieles de la balanza en la política sureña, inclusive en el plano electoral.

¿Existe alguna razón más poderosa que el dinero para interrumpir esta obra y poner en riesgo Vela su presente y futuro en el renglón de obra pública, tomando en cuenta que de lo que se trata es un compromiso presidencial?

Vela es un capitán empresarial de ligas mayores, acostumbrado a navegar en tormentosos mares financieros parecidos al que hoy recorre con esta obra y por lo tanto también a corregir rutas que lo conduzcan a buen puerto o encontrar alternativas para salir del paso. Todos lo saben.

Y precisamente por lo anterior, es que muchos de quienes se mueven alrededor del magnate jaibo, no entienden este “frenón”.

En lo personal, como tamaulipeco, espero que no llegue, como asienta una frase popular, la sangre al río. Espero que se trate de una confusión o de un retraso burocrático, espero que no sea esta medida una manera equivocada de presionar al gobierno federal, espero que todo resulte una versión sin sustento y desde luego, de ser cierto, espero que se imponga el apoyo que Eduardo Vela le ha otorgado siempre a la zona conurbada del sur estatal.

Porque dudo que al Presidente le guste esperar…

LA INICIATIVA “DE CHIRIPA”
Al estilo de Pedro Ferriz Santa Cruz, papá de un bandido con micrófono, lo que leí ayer no sé si provoque que me ponga a reír, a llorar… o a rezar.

La causa es una declaración de Rafael Méndez Salas, diputado federal “de chiripa” –como los llamaba el periodista Víctor Calzado padre– sobre una iniciativa que de acuerdo a su versión, él mismo propuso en el Congreso de la Unión para agilizar el regreso casi inmediato del dinero que no se utilizó en partidas federales etiquetadas por subejercicios. El objetivo es
impulsar la transparencia, dijo, “porque la gente está cansada de manejos oscuros en el dinero público”.

Lo que se busca es positivo, quién lo dice es lo sorprendente. Precisamente uno de los modelos más preclaros de corrupción, opacidad y favoritismos que haya pasado por el sindicato magisterial.

Primero reí por el buen chiste, después casi lloré por la burla. Por último rezé, porque me di cuenta de quienes nos representan en la Cámara de Diputados…

Twitter: @LABERINTOS_HOY

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