11 diciembre, 2025

11 diciembre, 2025

La larga noche de los importadores

Catalejos

La próxima semana, representantes de los importadores de autos usados de la frontera se reunirán con la diputada federal Yahleel Abdala, para buscar que en su papel de Secretaria de la Comisión de Asuntos Fronterizos en la Cámara de Diputados intervenga ante las autoridades hacendarias para reactivar el ingreso legal de vehículos a suelo mexicano para su comercialización.

Sin embargo, no hay buenos augurios respecto al enésimo intento de los empresarios por resolver el problema que obviamente ha impactado fuerte en su industria.

Justo una semana antes de que importadores y diputada se sienten a charlar, se publican unas declaraciones del responsable de aduanas en el SAT, Ricardo Treviño que clarifican la visión que tiene la autoridad federal respecto a este asunto.

El funcionario celebra que en los primeros ocho meses del año se ha reducido en un 72% el ingreso de autos usados a México respecto al mismo periodo del año pasado.

Es un problema «bajo control», presume categórico.

Se refiere a lo que considera un triunfo legal: la revocación de 37 de los 51 amparos con los que algunas empresas conseguían importar vehículos con costos muy por debajo de los establecidos por el SAT. Los otros 14, explicó, están en proceso de revisión pero no han podido utilizarse por distintas inconsistencias.

Su mayor logro es que en el último mes ni un solo vehículo se ha importado con esos recursos.

A la estrategia jurídica empleada por la autoridad fiscal, se suma la administrativa. Con facultades que tiene a la mano, el SAT ha conseguido trabar casi por completo la importación de vehículos. Empezando por ejemplo, con la implementación de horarios muy reducidos para realizar los trámites.

En lo dicho por Treviño a El Universal, lo primero que se detecta es que en efecto la política del SAT es bloquear en la medida de lo posible el ingreso de autos extranjeros a México.
En la misma entrevista, el funcionario brinda la razón: «esto es en beneficio del empleo formal en el sector automotriz y de todo el país».

El razonamiento es sencillo y cierto: la parálisis del mercado de vehículos usados importados ha ocasionado que aumente la venta de autos nacionales. En ese sentido resulta difícil bombardear la posición de la Secretaría de Hacienda.

Por eso, cuesta creer que en la reunión del lunes, los importadores y de Tamaulipas tendrán respuestas positivas a sus planteamientos.

Seguramente de Abdala y los otros diputados que participen, escucharan palabras de comprensión y aliento. Quizás la promesa de abordar el tema ante la autoridad competente.

Pero la realidad es que por lo menos durante los próximos tres años, el negocio de la importación de vehículos vivirá una larga noche.

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