IUDAD DEL VATICANO.- Las informaciones sobre el presunto tumor de Francisco son prueba de que existe un complot destinado a desacreditar al Papa.
Así lo creen expertos en religión y diarios italianos y vaticanos, al referirse a las noticias difundidas el miércoles sobre un posible tumor cerebral del Pontífice, desmentidas por la Santa Sede.
Pero en vez de desaparecer, la saga se ha transformado en una historia de intriga y misterio.
La tesis del complot en contra de Francisco fue expuesta primero por el historiador Alberto Melloni y luego retomada por varios vaticanistas.
«¿Quién quiere al Papa muerto?», se preguntaba el principal titular del diario Il Giornale. A su vez, los diarios La Repubblica y La Stampa escribieron sobre la «sombra de un complot» en sus primeras planas.
La teoría se basa en la sospecha de que no es casual que la revelación periodística haya llegado poco antes del cierre, este próximo domingo, del sínodo sobre la familia.
En éste, 270 Obispos de todo el mundo debaten temas que han provocado división entre los clérigos, como el de los divorciados vueltos a casar o la homosexualidad.
El aperturismo del Pontífice latinoamericano en dichos temas no ha sentado bien entre los círculos más conservadores de la Iglesia católica.
A la noción del complot de Melloni se sumó ayer L’Osservatore Romano, el diario vaticano, que también sugería la hipótesis del complot contra Francisco.
«El momento elegido revela la intención manipuladora de la polvareda que se levantó», indicó el rotativo.
«Parece que se quiere desacreditar al Papa», opinó por su parte Romilda Ferrauto, la portavoz francófona del sínodo.
De igual modo, numerosos vaticanistas afines al Pontífice se decantaron por esta versión, al subrayar que al menos otros dos eventos formaron parte del ataque contra el Papa.
En primer lugar, la revelación, antes del inicio de la reunión, de la homosexualidad de un cura de El Vaticano, y una carta con críticas al Papa, de parte de pesos pesados de la Iglesia, cuyo contenido fue hecho público.
«No sé si se puede llamar complot, (pero) sin dudas, es una ofensiva (contra Francisco)», afirmó el experto en temas vaticanos, Rossend Domenech.
Amigos y enemigos del Papa saben que con el sínodo y una reforma global del Vaticano, anunciada para el próximo año, Francisco se juega el éxito de su papado.
El ambiente de estos momentos en El Vaticano recuerda a la intriga que rodeó el escándalo «Vatileaks» en 2012, cuando el mayordomo del Papa Benedicto XVI reveló las feroces disputas en el seno de la curia y los presuntos fraudes cometidos por la administración vaticana.
Sin embargo, de acuerdo con Massimo Franco, editorialista del diario Corriere della Sera, lo que sucede en la Santa Sede es más un malestar heterogéneo y difuso con el Papa que un complot urdido por un solo grupo.