CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Es uno de los temas más controvertidos en México y en el mundo, es la causa de miles y miles de muertes, pero también es hasta ahora en el país y en Tamaulipas uno de los más oscuros.
Es el aborto, en donde la polémica alcanza también al reclamo de que el hombre causante del embarazo también debe ser sancionado y obligado legalmente a brindar apoyo a la mujer, si ella decide interrumpir la gestación.
La intervención clandestina existe en el Estado, sin embargo no se tienen cifras reales de sus efectos. No se sabe el número de mujeres que quedaron estériles por una intervención deficiente y mucho menos de las que fallecieron por un legrado mal practicado.
Lo anterior contrasta con el reporte del Colegio de México en su estudio “Embarazo no planeado y aborto inducido en México”, en donde se informa sobre más de un millón de abortos al año en todo el país, en los cuales en miles de casos la mujer también fallece.
Asimismo, otra estadística revela la dimensión del problema a futuro:
Alrededor de cuatro millones de mujeres mexicanas, casadas y solteras, están en riesgo de un embarazo no planeado. Estas elevadas cifras de embarazos no deseados indican que los programas de planificación familiar no avanzan a la par del deseo de éstas por limitar y espaciar el número de hijos.
La Directora de Salud Reproductiva en el Estado, Sergia Juárez Delgado, informó que en hospitales del sector no se han presentado defunciones por esta causa, aunque sí han llegado pacientes por abortos mal practicados, a las que se atiende y se reporta como legrado uterino instrumental pero no se llevan registros oficiales.
“De abortos provocados no tenemos información porque las chicas o la mujer no dice y la mayoría no llega al hospital, normalmente no tenemos conocimiento”, reconoce.
Las cifras conocidas pero no formalizadas son tétricas: Al año se practica un promedio de 3 mil 500 interrupciones de embarazo que se clasifican como abortos espontáneos y clínicos,
agregó la doctora Juárez.
La funcionaria comentó que el aborto es un tema controvertido y con factores diversos pero dijo que el más determinante es el descuido porque ni las mujeres ni los hombres tuvieron la precaución de usar un método anticonceptivo entre las múltiples opciones que existe.
“Prefiero sin duda que la paciente tenga un método anticonceptivo bien empleado y revisiones y demás precauciones, antes que practicarle un aborto; eso es cuestión de educación”, dijo.
LAS MÁS JÓVENES, LAS PROTAGONISTAS
Recordó que la ley en Tamaulipas contempla sólo dos causales para la práctica del aborto, mientras que en el Distrito Federal se permite hasta antes de las 12 semanas de embarazo.
El estudio que se menciona elaborado por el Colegio de México y el Instituto Guttmacher, señala que el grupo de edad que concentra la mayor tasa de abortos es precisamente el de las jóvenes, siendo más elevada entre las mujeres de 20 a 24 años.
Estos grupos de 15 a 24 años representan cerca de la mitad de los abortos inducidos en México, que ocurre tanto en solteras como en casadas.
En opinión de la diputada local presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, Olga Sosa, la educación sexual para jóvenes, tanto en escuelas como en la familia es muy deficiente.
“Se necesita reforzar en familia y en escuelas, hay muchas niñas y niños que no tienen la menor idea de la prevención a pesar de los programas existentes, algo está fallando y se debe revisar el tema tanto en el sector educativo como en el de salud”, recomendó.
Desde la visión de la presidenta de la Fundación Trina, Desarrollo Humano y Social, Dra. Martha Araceli Torres Rodríguez, para hablar del aborto y la clandestinidad, primero las leyes mexicanas deberían garantizar la no discriminación a las madres solteras y a sus hijos que llevan el apellido materno.
Y no sólo eso, pues subrayó que mientras las leyes y la sociedad no castiguen por igual a hombres y mujeres que abandonan a sus hijos o coartan la vida de un nuevo ser humano, tampoco se puede abordar un tema tan complejo.
Dijo que no es posible emitir juicios sin analizar el aborto clandestino desde todos sus contextos, empezando por las figuras de autoridad como maestros, gobernantes, políticos, padres de familia, sacerdotes y demás que han perdido valor ante los jóvenes con razones válidas o no, pero que ahí está ahí como una realidad social de estos tiempos.
Expuso que las mujeres adolescentes o jóvenes que en algún momento han considerado la opción de abortar, están sujetas a muchas presiones en su entorno, sus amistades, su familia, sus padres, por lo que surge la interrogante del porqué no acuden ante sus padres en busca de consejo y ayuda.
Esto evidencia una falta de comunicación entre las generaciones, que está impidiendo la toma de decisiones acertadas en momentos trascendentales como estos.
¿Y EL HOMBRE QUÉ?
En cuanto a la ley, mencionó que sufre lagunas, porque ésta tiene muy presente sancionar y castigar a las jóvenes que deciden abortar, porque de acuerdo a la norma están coartando una vida o abandonando un ser humano, pero no consideran al varón participante, que nueve meses antes, cuando su pareja le dijo que estaba embarazada, lo primero que hizo él fue abandonarla, tanto a ella como a su futuro hijo.
“¿Por qué en este caso la ley no contempla el castigo legal para este hombre, sea joven o maduro, cuando él rehuye sus obligaciones y está provocando la toma de decisiones erróneas y precipitadas?”, cuestionó.
Antes que juzgar, propuso revisar a todo lo que una madre adolescente soltera se tendrá que enfrentar, no solamente ella, sino también su futuro hijo.
Y asentó:
“Tendríamos que revisar las leyes que garanticen la no discriminación contra ella y contra su hijo. Y sí, efectivamente, la vida de cualquier ser humano es sagrada, pero también existe el compromiso del Estado de garantizar una vida de calidad; lo cual no sucede.”.
Dijo que hay un evidente distingo social con carga discriminatoria para la mujer, porque es ella la que tendrá que hacerse cargo de su nueva familia y a contra corriente por el hecho de estar sola.
En cambio, esta misma sociedad que rechaza y recrimina a las mujeres en estos casos, en la teoría y práctica exime de enfrentar sus compromisos y le abre los brazos al padre que también es origen del embarazo, le dio la espalda a su responsabilidad e incluso infringió la ley.
Pregunta:
“¿Acaso olvidamos el Artículo 1 de nuestra Constitución Política, que dice que en este país hombres y mujeres somos iguales ante la ley?… y sin embargo parece que no somos iguales ante la sociedad”.
Agregó que sólo hasta que sea efectivo este cumplimiento, habrá modo de hacer un análisis complejo y a fondo, para implementar grandes y profundos cambios en la sociedad y en las leyes mexicanas, para garantizar a todos los nuevos seres humanos, que llegarán a un mundo donde no serán discriminados, ni por su sexo, ni religión, estado civil o condición socioeconómica, precisamente como se marca en la Constitución.
VÍCTIMAS ¿Y CRIMINALES?
Según un informe del Grupo de Información de Reproducción Asistida (Gire), en México ha habido 682 denuncias contra mujeres por abortar en diversos estados, desde 2013 a 2015.
Sorprendentemente, uno de los estados con más denuncias a mujeres es el Distrito Federal, donde debemos recordar que es el único estado donde hay una legislación actualizada y apropiada sobre el aborto, y donde se puede interrumpir el embarazo de manera libre hasta las 12 semanas de gestación. Quintana Roo, Baja California, Veracruz y Guanajuato son el resto de los estados donde hay más denuncias interpuestas.
El mayor problema lo tienen las mujeres y hasta niñas que en nuestro país quedan embarazadas por haber sido violadas, la mayoría por miembros de su propia familia.




