7 diciembre, 2025

7 diciembre, 2025

Laberintos del poder

Genialidades

Laberintos del poder

Los hombres y mujeres del poder suelen exhibir lo que para ellos son chispazos de genialidad. Recalco, para ellos.
Le daré un ejemplo.

Días atrás, el Ayuntamiento de Tampico, en la persona de su alcalde, Gustavo Torres Salinas, se quejaba amargamente de los malos tratos que los conductores otorgan a los oficiales de tránsito en ese municipio.

Fue tan vehemente y tan torpe el edil en ese sentido al ofrecer una vergonzosa imagen de esos servidores públicos, que no pude menos que recordar las palabras de Cantinflas cuando al tratar de proteger a un sujeto, señalaba que ya porque le veían cara de tonto todos querían abusar de él.

Ya no nos defiendas, debieron haber pensado los aludidos.

Para intentar frenar ese problema –el término es perfecto en este tema– Torres Salinas anunció que se aplicarían en adelante sanciones severas a quienes agredieran verbal y desde luego físicamente, a los agentes responsables de la vialidad urbana.

En la superficie, podría decirse que es una decisión acertada, pero como suele pasar en la mente de esos efímeros dueños de un feudo político, el alcalde pensó como es evidente, que podría sacar tajada sociopolítica de esas circunstancias. Y es aquí donde aparece ese rayito de “genialidad” mencionado al inicio de este espacio.

En una ocurrencia que raya en una grave irresponsabilidad, el presidente municipal dio a conocer que el control vehicular en la zona jaiba en gran parte estará a cargo de integrantes de los Boy Scouts y de estudiantes, sin precisar la escolaridad de éstos.

Demonios, si a los curtidos y baquetones agentes de tránsito, muchos de los cuales han hecho méritos suficientes para ser recordados en su honrosa maternidad, los hacen perros del mal los conductores, no quiero imaginar qué van a hacer con una nube de muchachos, muchos de ellos casi niños, que necesitan recibir cuidados de los adultos y no cuidar de éstos.

No lo entiendo en dos vertientes básicas.
La primera confusión es sobre cómo es posible que se ponga sobre los hombros de adolescentes el compromiso de regular uno de los más caóticos tráficos vehiculares del Estado. Ningún curso intensivo les aleccionará sobre su comportamiento en cruceros y avenidas.

La segunda es todavía más grave. La autoridad municipal está exponiendo a esos chicos indefensos a sufrir riesgos que podrían dejar saldos lamentables. He conocido a muchas personas que al colocarse ante un volante se convierten en auténticos trogloditas, sin respeto alguno para reglamentos e instituciones y mucho menos para casi infantes.

Como padre de familia, es una opinión personal, no permitiría que mi hijo o hijos se pararan en puntos de locura vial en donde nadie respeta a nadie y todos atacan a todos. ¿Quién cuidará a esos muchachos de la violencia de energúmenos o de gente aún más peligrosa?

Por favor señor alcalde, haga a un lado las ocurrencias y por lo menos en el año final de su gestión, aplique unos gramos de sensatez.

Ojalá no sea mucho pedir…

¿QUÉ SUCEDIÓ?
Si es cierto lo que se maneja en redes, juro que no comprendo que pasó con Antonio Martínez Torres.

Es Toño uno de los políticos más avezados que he conocido, curtido en mil batallas y cuidadoso al extremo en lo que dice y hace. No entiendo cómo pudo caer en un terreno tan minado como es la alimentación de una familia agobiada por la pobreza, donde todo puede ser utilizado en contra.

Debe haber una equivocación o una mala interpretación…

Twitter: @LABERINTOS_HOY

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