EL MANTE, Tamaulipas.- En el Día de los Fieles Difuntos, los cementerios municipales lucieron a tope; música, olor a flor de cempasúchil, veladoras, fueron los elementos que enmarcaron la festividad del Día de Muertos y que le dieron color a uno de los sitios más sombríos durante todo el año.
Desde muy temprana hora los camposantos lucieron abarrotados, familias completas hicieron de este inicio de semana un momento para la convivencia y la veneración al recuerdo de sus seres queridos que hoy
descansan en paz.
Ofrendas de todos tipos se pudieron observar en las sepulturas, desde la cerveza, las flores, veladoras, hasta las canciones que en vida gustaban a los hoy difuntos: guapangos y música norteña fueron los
géneros más socorridos.
Los ambulantes no pudieron faltar, desde el agua fresca hasta los churros, tortas y tacos rojos; la actividad comercial también se detonó principalmente en la venta de flores, coronas y veladoras, mismos
que particularmente hoy encarecieron los productos para recuperar la ganancia. Simplemente aplicaron la ley de la oferta y la demanda.
Oficios como los músicos, sepultureros, niños que se autoemplearon en el lavado de tumbas, aprovecharon la ocasión para obtener alguna ganancia extra.
La sobrepoblación y hacinamiento que se observan en los cementerios municipales hicieron un poco pesado el desplazamiento en la búsqueda de las sepulturas; la falta de accesos hizo difícil el camino a los
familiares de los deudos, principalmente a las personas de la tercera edad.
Elementos de Tránsito Local realizaron el desfogue de unidades; sin embargo, por carecer de arterias alternas fue imposible evitar que en horas pico se hiciera de la avenida Rotaria todo un cuello de botella.




