MONTERREY, NL.- Las Águilas no se dejaron querer a su llegada a la Ciudad.
A pesar de la presencia de unos 30 aficionados que los fueron a recibir al Aeropuerto Internacional de Monterrey, el plantel se escondió y salió por una puerta alterna.
Los futbolistas subieron a un autobús que ya los esperaba para llevarlos al hotel de concentración.
Los seguidores americanistas, entre ellos niños y algunos que esperaron más de tres horas para verlos, se quedaron con las ganas de un autógrafo.
Se tuvieron que conformar con verlos de lejos mientras los jugadores reclamaban su equipaje.
«Oribe, Oribe», gritaban los aficionados cuando vieron pasar a Peralta. También se emocionaron al ver al portero Moisés Muñoz y a Darwin Quintero.
Para algunos eso fue suficiente, otros se alistaron para alcanzarlos en su hotel en San Pedro.