CIUDAD DE MÉXICO.- Harrison Ford contó ayer, conmocionado y con los ojos llorosos, cómo ha vivido la epilepsia que sufre su hija Georgia, de 25 años.
«Es devastador cuando un ser querido sufre una enfermedad como esta», confesó al New York Daily News. «Lo que buscas desesperadamente es encontrar una solución. Quieres encontrar una forma que les permita tener una vida cómoda».
La estrella de la saga Star Wars y su hija estuvieron ayer en la celebración en Nueva York de la gala de FACES para encontrar una cura para la epilepsia y las convulsiones.
El intérprete reveló que el primer ataque de Georgia fue cuando era niña, durante una pijamada, y que sólo le recetaron medicamentos para las migrañas agudas.
«Unos años después sufrió otro ataque, esta vez fue muy fuerte, estábamos en la playa en Malibú, fue una suerte que le encontrara.
«Me dije a mí mismo, estamos en Los Ángeles y tenemos algunos de los mejores médicos del mundo, así que ellos deberían saber qué es lo que le pasa. Pero nunca le diagnosticaron epilepsia».
No fue hasta que Georgia sufrió otra convulsión mientras estudiaba en Londres que encontraron por fin qué era lo que le pasaba.
«Fuimos a la consulta del Dr. Orinn Devinsky, y fue finalmente él quien dio con ello. Es un querido amigo mío. Le recetó los medicamentos y la terapia adecuada y no ha vuelto a tener una convulsión en ocho años.
«Admiro a Georgia por muchas cosas, su perseverancia, su talento, su fuerza. Es mi heroína. La adoro».