EL MANTE, Tamaulipas.- Volver a nacer es una expresión que pueden sentir y presumir muy pocas personas.
Emily es una de ellas.
Dos días antes de cumplir siete años recibió su mejor regalo: La vida, una nueva vida.
Los padres de un pequeño que falleció eligieron que ella y otros pudieran seguir en este mundo a través de la donación de órganos.
Doña Zoyla, su madre, narra que Emily estuvo cinco años en lista de espera para ser trasplantada y finalmente esto sucedió.
Pero la historia no es fácil, nunca es sencillo, pues en Tamaulipas, se estima que por cada 10 personas que requieren un órgano, hay uno o ningún donador.
Jorge Salinas Graham, médico cirujano de trasplante renal, afirma que en tres hospitales de Ciudad Victoria solamente se están realizando alrededor de 12 trasplantes de riñón al año, cuando la lista de espera de pacientes asciende por lo menos a cien personas.
Por ello, destaca la importancia no solamente de concientizar a las personas sobre la enfermedad renal, sino acerca de lo importante que es dar una opción de vida, a través de un trasplante.
El Doctor Antulio Arael Silva, médico nefrólogo coordinador de trasplantes en el Hospital de Especialidades de Ciudad Victoria, afirma que se requiere de un cambio de actitud en todos los ciudadanos,
para hacer posible una mayor donación de órganos.
“A nivel nacional, el Centro Nacional de trasplantes maneja que unas 12 mil personas en todo el país están en espera de un riñón y en Tamaulipas, tan solo en el Hospital de Alta Especialidad y en el General, existe una base de datos de unas cien personas y desafortunadamente no hay los órganos que quisieras para los pacientes que lo necesitan”, afirma.
Asegura que quizá hablar de cien personas en lista de espera no pareciera tanto, pero si se compara con la disponibilidad de un riñón en este caso, la diferencia es abismal y en proporción de 10 a 1, es decir, hay un órgano disponible por cada diez personas que lo requieren.
“Además de los enlistados hay quienes están en análisis para determinar si requieren un órgano, en este caso un riñón”, dijo.
El especialista, señala que en Tamaulipas, la mayoría de los hospitales no están preparados para que desde ahí se genere una donación, pues no cumplen con el mecanismo legal para que sus centros sean al menos “procurador de riñón”, es decir, resguardar el órgano para luego trasladarlo a un sitio donde se trasplante.
“Cuando hablamos de procurar un órgano, es tener el donante, la capacidad de obtener el órgano y después decidir a dónde va a dirigirse, en el caso del riñón una vez que se extrae, se le aplica una solución de conservación y te da un margen de hasta 48 horas para moverlo”, explica.
Insiste en que la ausencia del mecanismo legal para obtener y conservar el órgano afecta al tema de la donación y trasplante, pero es quizá más grave, el hecho de que hay muy pocos donadores.
“Lo difícil es cambiar la cultura, lograr que la familia que tenga un potencial donador tenga esa disposición de seguir dando vida, pero desafortunadamente la mayor parte de las veces hay una negativa para donar, precisamente ese el exhorto a la población, porque todos tenemos algún familiar o conocido cercano con una enfermedad renal, lo sabemos por el alto índice de enfermedades crónico-degenerativas como la diabetes mellitus”, concluyó.




