31 diciembre, 2025

31 diciembre, 2025

Taponean desfogue pluvial de la ciudad

Debido a que la mancha urbana taponeó arroyos y drenes, 120 mil personas viven en riesgo constante por el escurrimiento natural de los afluentes que crean desbordamientos de cauces y acumulación de lluvias

CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Al menos 181 colonias en Victoria donde habitan unas 120 mil personas, viven en peligro de inundación debido a que los drenes y arroyos naturales por los que desaguaban las aguas de lluvia han sido tapados por fraccionamientos, vialidades, centros comerciales y otras construcciones, acepta la Comisión Estatal del Agua, la Dirección de Protección Civil y el Centro Nacional de Prevención de Desastres.

Documentos del Cenapred y Protección Civil, advierten que las inundaciones en Victoria por desbordamientos de cauces o por acumulación de lluvias, causan mayores daños en zonas urbanas y en las zonas más afectadas se contabilizan 104 escuelas, ocho hospitales, siete hoteles, 20 iglesias, 12 centros comerciales, tres unidades deportivas, varios edificios de oficinas gubernamentales, tres cementerios, siete gasolineras y tres gaseras.

En entrevista, el director de la Comisión Estatal del Agua, Jaime Felipe Cano Pérez, aceptó que las inundaciones son el mayor riesgo que vive Victoria tanto por drenes y arroyos naturales tapados por fraccionamientos, como por lluvias más copiosas derivadas del calentamiento global, lluvias que anegan rápidamente la ciudad y hacen insuficientes a los drenes pluviales.

“Lo que varía es la duración de las tormentas; antes se presentaba una lluvia de tres o cuatro días, que te aportaba 80 a 90 milímetros de precipitación y a la mejor ahora esos 80 a 90 milímetros de precipitación se presentan en una hora”, dijo Cano Pérez.

En total hay 33 colonias en peligro de inundación por desbordamientos del río San Marcos y 148 dentro de la zona urbana donde las lluvias causan encharcamientos que pueden ir desde leves hasta severos y estas colonias conforman un área total vulnerable de 25 kilómetros cuadrados, donde están edificadas ya 27 mil viviendas, muchas de ellas en zonas donde antes se colectaban las lluvias.

Las zonas más vulnerables están ubicadas en el centro y el norte de la mancha urbana, debido a que en estos lugares existen un mayor número de viviendas, escuelas, hospitales, centros comerciales y oficinas, donde fueron rellenados predios inundables y se taparon arroyos que tributaban en el río San Marcos.

Cano Pérez advierte que la relación de precipitaciones y escurrimientos ha cambiado y actualmente las lluvias son más intensas y escurren entre calles, banquetas y anegan zonas bajas, debido a que se han perdido arroyos y tierras con vegetación, y los drenes no pueden desfogar rápidamente las cantidades de agua que caen en muy corto tiempo.

“Antes las lluvias se presentaban de una manera más regular en el tiempo y ahora se presentan de una forma instantánea, como una tormenta. Antes diseñabas un canal o un dren para cinco metros cúbicos por segundo; ahora bajo las condiciones de tormentas quizá lo tendrías que calcular para 20”, dijo el representante de la CEAT.

Documentos del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) y de la Dirección de Protección Civil de Tamaulipas, coinciden en que Victoria tiene insuficiente capacidad de desagüe por el taponamiento del drenaje pluvial natural, por superficies asfaltadas, urbanización y edificios para vivienda o servicios construidos sobre arroyos naturales, lo que corta el curso de las aguas.

Los arroyos tapados se ubican en las colonias cercanas a la salida a Monterrey, en el centro de la ciudad entre las calles ocho y 16, y entre las calles desde el cero al cinco y en varios de los fraccionamientos nuevos en el noreste de la mancha urbana.

Los datos del Servicio Meteorológico, muestran que las estadísticas globales de temperatura, sequía y calor son las mismas en los últimos 65 años, pero lo que ha cambiado es la concentración de días de lluvia y de calor.

En el invierno actual que parece haber sido más caliente que otros años se encuentra en la media histórica, pues la temperatura media máxima de diciembre a febrero, entre 1950 a 2010 es de 25.53 grados, mientras que en esta temporada invernal, de diciembre a febrero promedió 25.6 grados.

Una base de datos climatológicos hecha por Expreso con el promedio de lluvia anual y de temperaturas máximas de 1950 a 2015, reveló que no hay variación en los promedios, pero si en la cantidad de días de lluvia, que ahora son menos precipitaciones.

Otro funcionario de la CEAT señaló que el cambio en la forma de las precipitaciones incide en el bajo rendimiento de las siembras de temporal, pero no ha afectado a las tierras de riego, debido a que la cantidad de milímetros de lluvia es igual.

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