21 diciembre, 2025

21 diciembre, 2025

Candidato incluyente

Golpe a golpe

Baltazar involucra en su equipo de campaña a todos los grupos priistas

‘El Cerillo’, sin conocer Tamaulipas agrede a instituciones vía televisión

La deuda pública de Tampico se multiplica y sería heredada al sucesor  

Para no perder su registro, la mentada ‘chiquillada’ sería capaz de todo
En su estructura de campaña, Baltazar Manuel Hinojosa Ochoa involucra a personajes identificados con los distintos establos priistas. Y eso anima el interés conjunto de evitar la alternancia gubernamental. Sobre todo, en circunstancias adversas como las actuales, pues el membrete albiceleste mañosamente recurre a un trance difícil de arreglar (inseguridad pública), provocado en sus dos regímenes presidenciales (Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa).

Basta ver en televisión (abierta o por contrato) el spot, profusamente expuesto donde Ricardo Anaya Cortés (a) ‘El Cerillo’ agrede al estado en su interés de posicionar a su aliado, Francisco Javier García Cabeza, por éste representarle dividendos a su proyecto personal del 2018.

¡Y vaya que los ha logrado!, agrediendo a las instituciones federales y estatales, sin todavía tener respuesta de ninguna parte porque así, han dicho, se evitaría caer en el garlito opositor.
Lo más lamentable del hecho, es que la percepción ciudadana varía.

Cambia de un día a otro, con facilidad sorprendente.

Es decir, quizás no recuerde que fue durante el régimen presidencial del guanajuatense, cuando el multimentado ‘Chapo’ –Joaquín Archibaldo Guzmán Loera–, estando purgando una condena en el penal de máxima seguridad de ‘Puente Grande’ (Jalisco) se fugó y, tras su escape, inició la ola más cruenta de violencia registrada en los anales del crimen.

Como relevo del segundo marido de Marta María Sahagún Jiménez, se instaló, en la residencia oficial de Los Pinos, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, quien bajo la argucia de encabezar una guerra frontal contra la mafia para aniquilarla, lo único que causó fue atomizarla.

Es decir, fragmentó los cárteles, derivando un sinfín de grupos, que, desde su creación, aterrorizan por sus prácticas de secuestro, extorsión, disputa territorial y ejecuciones.

Acudo a ésta recapitulación, para mejor entender que el tema de la inseguridad pública no es un asunto que sólo compete al PRI, sino a los nueve partidos involucrados en la justa, por lo que me parece incorrecto que los panistas traten de ganar adeptos exhibiendo la paja del ojo ajeno pero sin ver la viga que cargan en el propio.

Hay de todo
En la conformación de su equipo de campaña –tal y como se le comenté líneas arriba–, Baltazar refrenda ser un político incluyente, al involucrar a representantes de los distintos grupos de interés
partidista, abonando así a la cohesión que el membrete tricolor tanto requiere para acudir fuerte a las urnas.

A ninguno de los establos, según se aprecia, hace más, ni menos. E incluso, exhibe sensatez, oficio y olfato, al cederles espacios que podrían atender otros actores más cercanos a él, o quizás más confiables, desde su propia óptica.

Pero la congruencia entre su decir y actuar, lleva al candidato priista a la apertura.

Por eso mismo me atrevo a conjeturar que en el equipo de campaña de Baltazar: ‘No son todos los que están, ni están todos los que son’.

Sí los encargados de las áreas de mayor responsabilidad (me queda muy en claro), pues en toda contienda electoral de tal envergadura, poco es el tiempo del que se dispone para armar la estructura; y menos el que se tiene para experimentar.

Aún así, aparecen personajes cuya carrera político-administrativa es harto cuestionable en los ámbitos federal, estatal y municipal, como se lo habré de comentar ampliamente en colaboraciones posteriores.

Pero las circunstancias, suerte o compromisos los hacen reaparecer en la palestra.

De cualquier forma deben ponerse a trabajar; les guste o no, porque si algo distingue a Balta es, precisamente, el quehacer fecundo, fértil. No la ociosidad ni la esterilidad.

Así es que los operadores deben sudar la camiseta.

Pero de tiempo completo.

¿O acaso esperan que el propio candidato atienda todas las tareas?
 
Los visibles
Quienes forman parte del equipo de campaña divulgado hasta ahora son Antonio Martínez Torres (coordinador general), Óscar Luebbert Gutiérrez (responsable de planeación), Bladimir Martínez Ruiz (operación política), Sergio Martínez González (finanzas), Jesús Collado Martínez (jurídico) y Felipe Neri Garza Narváez (comunicación social), aunque compartirá su responsabilidad con Nora Domínguez Romero, como aquí se lo anticipé cuando el abanderado tricolor rindió protesta en asamblea de delegados.

Otros personajes sumados por Hinojosa Ochoa, son: Heriberto Ruiz Tijerina (promoción política), Amira Gómez Tueme (inclusión política), Luis Enrique Rodríguez Sánchez (estrategia política); Miguel de la Rosa Medrano (debate político) y David Vallejo Manzur (evaluación).

Para coordinar a los trabajadores de Educación, fueron designados Luis Humberto Hinojosa Ochoa, Cecilia Robles Riestra y Arnulfo Rodríguez Treviño.

Serapio Cantú Barragán hará lo propio con los empleados de Salud; y Mayra Benavides Villafranca atenderá a los jóvenes.

En un área especial llamada ‘Campaña permanente’, quedaron tres diputadas locales: Blanca Guadalupe Valles Rodríguez, Olga Patricia Sosa Ortiz y Adela Manrique Balderas.

Gustavo González es el responsable de propaganda; y, en deportes, van Santos Lozano, Armando Arce y Noé Becerra; mientras que giras ya es atendida por Marco Solís.

Roberto Martínez forma parte del staff del candidato; Javier Villarreal Terán coordinará redes ciudadanas; y Ezequiel Álvarez, la información.

Un segundo bloque tendrá tareas de operación política en campaña –concretamente a manera de coordinadores regionales–, compuesto por los diputados federales Yahleel Abdala Carmona (Nuevo Laredo), Amelia Alejandrina Vitales Rodríguez (frontera chica), María Esther Camargo Félix (Reynosa); y Edgar Melhem Salinas, en Río Bravo.

Como podrá observarse, hay representantes de distintos establos. Y a eso, precisamente, se le llama inclusión.

La suma de toda la familia priista para construir el triunfo de Baltazar Hinojosa Ochoa.

Pobre Tampico
Al presidente municipal de Tampico, Gustavo Adolfo Torres Salinas, todo se le complica a poco más de seis meses de concluir su gestión, pues no cuenta con los recursos económicos suficientes para liquidar la millonaria deuda pública.

Le debe a instituciones crediticias privadas, Banobras, constructores y prestadores de servicios; además al mismo personal administrativo que contrató para cumplir compromisos personales.

Cierto es que de sus antecesores Magdalena Peraza Guerra (la más inmediata) y Óscar Rolando Pérez Inguanzo (quien fue procesado por su osadía de robarse parte del erario federal), heredó parte del débito. Pero, en lugar de disponer partidas para reducir el pasivo, dio en contratar más créditos, multiplicando así la deuda municipal.

Por si fuera poco, Gustavo se ha confrontado con la sociedad que le reclama cumplir con la prestación de los servicios públicos –limpieza vial, recolección de basura, alumbrado, suministro de agua potable, patrullaje para garantizar seguridad, etcétera–, sin encontrar respuesta positiva.

En el aspecto político, tampoco abona al Revolucionario Institucional (PRI) en el actual proceso electoral, pues se mantiene confrontado con la militancia por su desacuerdo con la nominación de Magda, a quien otrora culpó de haber dejado endeudado al ayuntamiento para encubrir a Óscar y así aportar a su liberación (28 de noviembre de 2012), y absolución (en junio 28 de 2014), siendo que Torres Salinas cuando fue el presidente de la Comisión Legislativa de Vigilancia de la Auditoría Superior del Estado, presentó la denuncia formal en contra de Pérez Inguanzo, que derivó en su aprehensión y posterior encarcelamiento.

De ahí que no lo deje dormir la vieja sentencia popular que reza: ‘los carniceros de hoy, serán las reses de mañana’

Y sobre todo, cuando en el último ejercicio anual solicitó empréstitos hasta por un monto de 160 millones de pesos, según lo ha reconocido su tesorero, Gerardo Gómez Ibarra, para cubrir la construcción del mercado (135) y abonarle (25) a los proveedores.

De ésa nueva deuda y la heredada que en suma podría oscilar entre los 700 y mil millones de pesos –aunque presumo podría sería mayor–, el Ayuntamiento jaibo sólo aportaría un 11 por ciento a su pago, respecto a su presupuesto anual de un mil 191 millones 966 mil 141 pesos.

 Es decir, unos 136 millones 513 mil 794 pesos, por lo que Gustavo, a su sucesor(a), le dejará una deuda difícil de subsanar.

Y todo por sus malos manejos administrativos y los yerros contables de su tesorero, quien ha derrochado recursos al pagar fuertes honorarios al personal transitorio a su cargo y al servicio de su patrón, así como por prestarse a las componendas del director de Comunicación Social, quien gasta carretonadas de dinero en beneficio de sus amigos íntimos, prensa glúteo expedito y francachelas.

En fin, esta historia apenas empieza a escribirse.
 
Partidos prostituidos
Sé que nadie, en su sano juicio, se atrevería a negar que un partido político triunfador se construya con fortalezas. No con debilidades.

Pero ya en los hechos, y dado el poco o nulo arraigo alcanzado, lo que salga es bueno, según razona la mentada ‘chiquillada’.

La idea es seguir ‘mamando’ del presupuesto, sin que importen las posibilidades reales de éxito.

Exponerse a perder el registro y, en consecuencia, el financiamiento público, no está en los planes de membrete alguno.

Y si en función de conservar las prebendas tuvieran que aliarse con el mismísimo demonio, lo harían.

De eso no hay duda.

Los tiempos de la exquisitez y la virginidad política, hace mucho que cayeron en desuso.

Ahora priva el gusto por saludar con sombrero ajeno y estar vigente a costa de lo que sea.

Incluso de ofertar al mejor postor, en público y/o en lo obscurito, las siglas que representan. Como cualquier ramera.

Por eso y por mucho más, nadie puede reclamar a la sociedad civil que haya perdido la capacidad de asombro y no encuentre diferencias entre los personajes opositores que, otra vez, se ostentan como férreos abanderados de las causas mayoritarias.

Entre ellos la distinción la marcan el color y las siglas. Pero en el fondo no hay diferencia sustancial.

Menos extraña al grueso del electorado que actualmente la pepena o los escurrimientos estén en su etapa más productiva.

Ni que partidos como el del Trabajo (PT), Nueva Alianza (Panal), Movimiento Ciudadano (MC), Verde Ecologista de México (PVEM), Encuentro Social (PES), Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), todavía anden desatados reclutando descontentos.

En la geografía estatal los seis primeros parecen no existir.

Pero cuentan con registro oficial y hay claras evidencias de que dos de ellos repiten lo que mejor saben hacer: echarse en brazos del poderoso –en este caso del PRI–, con el interés de sufrir el menor desgaste y al menos conservar las oficinas que rentan en el estado.

Otros cuatro le apuestan al rechazo circunstancial hacia el tricolor, el albiceleste o del Sol Azteca, esperanzados a que las boletas se cruces a su favor; y, tanto el PAN como el PRD, al llamado ‘voto de castigo’ contra el PRI.

Atractivos tamaulipecos
La inseguridad pública no es un asunto privativo de Tamaulipas, pues se padece en toda la geografía nacional, como puntualmente se advierte en los medios de comunicación masiva al ofrecer
información sobre la lucha cotidiana que las fuerzas armadas libran contra bandas delictivas, y, por supuesto, en torno a los enfrentamientos entre grupos malhechores.

Esta situación nadie la desconoce.

Le gago este comentario porque ya inició formalmente el asueto de Semana Santa en los centros educativos –recuérdese que también en la burocracia–, y para refrendarle a los miles de vacacionistas mexicanos y extranjeros que bien vale la pena visitar los atractivos turísticos que aquí en el estado se ofrecen.

Para dar certidumbre a los miles de paseantes –que por cierto tanto han querido ahuyentar allende el Río Bravo, en lo que toca al turismo del extranjero–, se ha montado un operativo especial, a fin de garantizar que las carreteras estatales sean más seguras.

Riqueza natural
Tamaulipas es una entidad rica en bellezas naturales.

Su relieve terrestre, ríos, lagunas, presas, clima, regiones, así como su biodiversidad, constituyen el tesoro (quizá) más importante de toda la geografía.

Pero a lo largo de la historia pocos han sido los hombres que se han interesado en divulgar las bondades de su naturaleza. Y la mejor prueba es que la industria turística no se ha desarrollado adecuadamente.

Culpables del atraso en la materia han sido: 1) los mandatarios que en su tiempo y circunstancia soslayaron atender este rubro por el costo de inversión que representa; 2) los grupos de interés que mucho temen al desarrollo turístico por considerar que éste los haría perder sus cotos de poder, y, 3) por supuesto, los funcionarios estatales habilitados como responsables del área.

En fin, eso amerita análisis por separado. Y por hoy sólo le comento que a lo largo de su frontera con la Unión Americana, que abarca 643.95 kilómetros; su litoral (de 423.40 km. en el Golfo de México); su vecindad con Veracruz (167.05 km), San Luis Potosí (303.55 km) y Nuevo León (un mil 15.25 km); la totalidad de su territorio (son 79 mil 284 km2, que representan el 4.1 por ciento de la superficie nacional, dividido en 43 municipios), y su ubicación geográfica–, Tamaulipas tiene mucho qué ofrecer a los vacacionistas internacionales, nacionales y domésticos –en atractivos naturales–, aunque aún resulte cuestionable su infraestructura en cuanto a prestación de servicios se refiere.

Ahí están los desarrollos turísticos de la Playa Miramar (en Madero), la Barra del Tordo (en Aldama), La Pesca (Soto la Marina), y Costa Azul (Matamoros); así como el turismo fronterizo y la pesca deportiva en las presas, ríos, lagunas y mar.

Atraer la atención de los vacacionistas no ha sido fácil.

Y menos cuando los cacicazgos anacrónicos se han opuesto (y aún se oponen) a facilitar la inversión privada, a través de los alcaldes y legisladores a su servicio –como ocurre en Tampico, Madero, Aldama y Soto la Marina–, por suponer que la llegada de capitales foráneos les disminuiría sus ínsulas de dominio.

De ahí, entonces, la necesidad de que la Secretaría de Desarrollo Económico y Turismo (Sedet) esté obligada a redoblar esfuerzos en su compromiso con el proyecto turístico del gobernador, para darle a esta industria el impulso real que tanto se requiere.

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